LA RELACIÓN AMOROSA I
Por: Pastor Diego Brizzio y Ricardo Palacio
Iglesia Cristiana Evangélica “Sígueme”
España 155-Godoy Cruz-Mendoza- Argentina
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La relación amorosa (I)
Dios, el gran diseñador
¿De dónde estamos sacando nuestra
manera de entender y de vivir la relación amorosa? ¿De la TV, de Internet, de
los amigos y la calle, de la relación de nuestros padres y de los familiares?
Eso puede ser muy grave. Hoy vamos a ver algo de lo que Dios dice sobre la
misma. De allí tenemos que sacarlo. Eso nos hará felices a largo plazo.
I.
Les cuento un poco de mi relación amorosa: yo me
convertí a los 16 años de edad. Obviamente, yo va venía mirando chicas, pero desde
ahí empecé a buscar una chica cristiana. Buscaba en la iglesia, buscaba en los
encuentros de jóvenes o conferencias, buscaba en los campamentos… buscaba en
todos lados; andaba siempre con los radares alertas. A los 18 fui a San Luis, a
una conferencia, y mis radares captaron a Myriam. Guau. ¡Toda ella me encantó! Me
encantaba mirarla, estar cerca de ella, su forma de ser. Nos escribimos
muchísimas cartas. Tiempo después, a los 22 años, nos pusimos de novios. Fue la
primera relación que tuve. A ella le di mi primer beso en la boca. ¡Qué lindo fue
el noviazgo: andar de la mano, que la gente nos viera juntos, conocernos más, contarnos
cosas, pensar en el futuro, leer cosas sobre el matrimonio, abrazarnos,
besarnos… dos años y medios después nos casamos: ¡Qué lindo es compartir todo y
ayudarse, tener intimidad, tener hijos! Eso en cuanto a lo que yo viví. Luego,
lo que observo es eso: miro a los adolescentes, y a los jóvenes, cómo miran,
cómo buscan, cómo andan con los radares prendidos buscando a alguien, y si
encuentran a alguien quedan como como bobos de felicidad, y si no, se preocupan
y hasta se entristecen… Y al mirar todo esto, yo les pregunto: ¿por qué toda
esta inquietud, esa búsqueda, esas emociones, esa atracción, ese deseo de
compartir todo con otra persona… ¿por qué? Por lo que Dios dice: porque “no es bueno que el hombre
esté solo” (Gen 2.18), podríamos decir, “no es bueno que el ser
humano esté solo”; porque Necesitamos una
relación amorosa. Cuando nos creó, Dios nos cableó para tener
intimidad con otra persona. Dijo: “—Le voy a dar esta formita al varón, esta
formita a la mujer… El cerebro de él va a ser así, y el de ella va a ser así…
Le voy a poner unas terminaciones nerviosas, por aquí, otras por allá, que les
hagan sentir cosas muy ricas… Y por último, algo de testosterona, de
progesterona, estrógeno… y que no falte la dopamina, la serotonina
y la oxitocina. ¡Listo! Soy un genio. Ahora se van a desear, a buscar, a
atraer, a seducir, a disfrutar, a apegar, etc.” Dios nos diseñó necesitados de una relación íntima. De aquí viene todo
este rollo. Dios es el gran diseñador de todo el sistema del amor.
II.
Ahora bien, ¿qué hizo Dios después de crearnos así?
¿Nos ha dejado librados a nuestro parecer, para que veamos y experimentemos a
nuestro antojo qué tipo de relación íntima nos satisface? ¿Nos ha dicho:
“—Calmen como les dé la gana esas hormonas? No. Aquí está lo que Dios hizo: “Dios… formó una mujer y la trajo al hombre. …Por tanto el
hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban” (Gn 2.22-25). Dios diseñó una
relación amorosa satisfactoria: el matrimonio. Dios dijo: “—Voy a diseñar una relación íntima para el
ser humano, una relación que realmente satisfaga sus necesidades naturales.
Para eso, esa relación tiene que ser parecida a mí, tiene que reflejarme,
mostrar mi forma de ser. Así como el ser humano se parece a mí, su relación
íntima también tiene que parecerse a mí.” Así que, diseñó el matrimonio. Ahora
vamos a ver qué características le dio a esta relación, para que lo refleje a
él y para que nos satisfaga. Vamos a ver cómo debe ser:
Debe ser fecunda o heterosexual. Dios es
fecundo, fructífero. Él crea, da origen a las cosas y a la vida; y también sustenta
y forma. Así también la relación íntima debe ser fecunda, debe tener las
dos partes que pueden pro-crear una nueva persona, y que luego pueden formarla.
Dios no le trajo otro varón a Adán, sino una mujer, porque solamente en la
complementación de la psiquis, la fisiología y la anatomía de ambos sexos puede
haber generación de otra persona, y formación mucho más integral y equilibrada
de la misma. Fecunda.
Debe ser amorosa. Dios ama. Su
propósito es hacernos bien. Él envió a Cristo, y Cristo murió por nosotros, por
amor. Así también, la relación debe ser amorosa. La Biblia dice que el varón
debe amar a la mujer, y la mujer al varón (Ef 5.25; Tit 2.4). Amar es sentir un
cariño y un apego muy fuertes por el otro, y trabajar bien duro para ayudarse y
hacerse bien. Amorosa debe ser.
Debe ser pura o exclusiva. Dice 1 Juan
que el Señor es puro, que él es todo luz, que en él no hay mezcla de ninguna
tiniebla; 100% ÉL (3.3; 1.5). Así también, la relación íntima debe ser pura.
Debe ser uno con una, sin dar lugar a ningún tercero. Cada uno debe satisfacer
sólo al otro, y buscar la satisfacción sólo en el otro. Nada de mirar ni mimar
a otro, ni buscar mimos ni miradas de otro.
En los medios se está hablando del “poliamor”, la última moda de ciertos famosos:
poder tener a dos parejas a la vez, y que se sepa, que esté hablado. Eso es 100%
impureza, tanto como tener otro a escondidas, desde que hay un tercero.
Debe ser pactada o formal. Cada
vez que Dios ha comenzado una relación (por ejemplo, con Abraham, con Israel o
con la iglesia), lo ha hecho mediante un pacto formal, un pacto que dejó
escrito y que firmó: escribió cuál sería su conducta en la relación, y qué
conducta esperaba de la otra parte; y luego lo firmó, lo firmó con sangre (en
el caso del pacto con la iglesia, lo firmó con la sangre de su hijo). ¿Para qué
hizo un pacto? Para expresar solemnemente su intensión y su seriedad, y de ese
modo dar claridad y seguridad. Por ejemplo: la iglesia puede tener claro y seguro
que Cristo cumplirá, porque lo escribió, y lo firmó con su sangre. Así
también, la relación íntima entre un varón y una mujer debe ser pactada, formal.
De hecho, siempre que la Biblia habla de la relación que Dios quiere, habla de
hacer un pacto (Pr 2.17; Mal 2.14), no uno verbal, de palabras, sino uno
escrito y firmado, de la forma más solemne que tenemos actualmente, delante del
Estado y de testigos. ¿Para qué? Para expresar solemnemente la intensión de
amar y ser fiel al otro. De ese modo brindamos un mínimo de claridad y seguridad
al otro, y eso satisface. En pocas palabras, hay que pasar muy seriamente por
el Registro civil, y estar bien conscientes de lo que se hace.
Debe ser perpetua. Dios es fiel
(1 Co 1.9; 2 Co 1.18). Cada vez que él ha hecho un pacto de relación, ha sido 100%
fiel al mismo, ha cumplido. Y cuando la otra parte no cumplió, él se esfuerza y
se esfuerza para que la otra parte también sea fiel y permanezca en el pacto. Así
también, la relación íntima pactada debe ser perpetua, hasta que la muerte
la termine. Cada miembro debe luchar y esforzarse para cumplir el pacto que
hizo con el otro, y seguir adelante saludablemente con la relación.
Querida iglesia —adolescentes, jóvenes, adultos—, Dios
nos diseñó necesitados de una relación amorosa, y diseñó una, una que lo
refleja a él, y que nos satisface saludable y profundamente: el matrimonio
bíblico. Tiene estas cinco características que hemos visto; tiene que tenerlas,
y mantenerlas. Si llega a faltarle una, se arruina: si es homosexual, o sin
amor genuino, o da lugar a terceros, o es informal, o pasajera… se arruina, y
comienza a lastimar. Sólo el matrimonio bíblico satisface.
III.
Ahora bien, si según
Dios todo se centra en el matrimonio bíblico, entonces,
¿cómo debemos tomar a la relación amorosa previa al matrimonio? ¿Está
prohibida? No, digamos que prohibida no; pero sí digamos que debemos tomarla
muy seriamente. Es muy importante que… Tomemos
la relación previa al matrimonio como una sagrada antesala para el mismo. Si todavía no estás legalmente casado, te pregunto:
¿qué relación previa al matrimonio deseás tener, o estás
teniendo? ¿Una relación seria, que desde un principio aspira a terminar pronto en
matrimonio? … Si es así, adelante. Así debe ser. Pero si deseás o tenés una
relación sólo para satisfacer las necesidades presentes, pero no querés, o no podés
terminar pronto en matrimonio… entonces no vas por el camino de Dios. Si deseás
o tenés sólo un chamuyo, un amigo o amiga con derecho, un touch and go, un concubino… entonces en el nombre del Señor te digo
digo: eso no debe ser así. Te estás haciendo mal vos, y le estás haciendo mal a
la otra persona, aunque no les parezca.
La relación amorosa previa
al matrimonio no es un juego, no es una manera rápida y descomprometida de
encontrar abrazos, contención, comunicación, experimentación o sexo. Es la
sagrada antesala al matrimonio, y nosotros debemos tomarla así.
Si no podés o no querés que
la relación termine en matrimonio, entonces no empecés, o no continués esa relación.
No importa como la llamés: evitala o cortala. ö¿Todavía no
tenés una madurez que te permita entender y querer cumplir las responsabilidades
propias del matrimonio? Bueno, entonces no comencés o no continúes ninguna
relación. ö¿Todavía no te gusta la idea de unirte de
por vida con otra persona? Bueno, entonces no comencés o no continúes ninguna
relación. ö¿No sentís orgullo de mostrarte con alguien delante de los tuyos, y de
decirles que se aman? ¿Te parece mejor andar a escondidas y no mencionar el
amor? Entonces no empecés ni continués? ö¿Todavía no te has divorciado de tu pareja anterior? Entonces tampoco. (Este
punto habría que ampliarlo, pero ahora no podemos. Si estás en ese caso, por
favor, vení a hablarlo en privado.) En fin, no importa cómo llamés vos a tu
relación previa al matrimonio: si no podés o no querés que sea seria y termine en matrimonio, entonces
no la empecés, o no la continués, porque la relación previa debe ser la antesala
al matrimonio.
¿De dónde estamos sacando nuestra manera de
entender y de vivir la relación amorosa? … Tenemos que sacarla del diseño de
Dios. Eso es lo que lo glorifica a él, y lo que nos satisface a nosotros.
La relación amorosa (II)
Algunas preguntas y respuestas
Algunas respuestas que vamos a
compartir ahora son directamente bíblicas, otras están basadas en la
experiencia pastoral, y en la prudencia natural.
I.
¿Qué hacemos
mientras maduramos o esperamos?
Supongamos que sabemos que
todavía no queremos o no podemos casarnos. O supongamos que sí, pero no tenemos
a nadie. ¿Qué hacemos mientras tanto?
A.
Encomendamos
a Dios todo el asunto. Dice Sal
37.5: “Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará”. Pr
3.5: “Confía en el Señor con todo tu corazón, no dependas de tu propio
entendimiento”. Dios es nuestro Creador, el diseñador de la relación, y
nuestro Papá sabio y amorso. Hablémosle con libertad, exponiéndole nuestras
necesidades, incluso sufrimiento. Pidámosle que nos guíe y nos provea. etc.
B.
Nos
ocupamos de crecer en todo. Dice 2 Pedro 3.18: “Crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor”. Así que,
crezcamos espiritualmente, es decir en
el conocimiento de Dios, en la intimidad con él, en conocerlo y amarlo, en
servirlo, en el ministerio. Pero también crezcamos personalmente: estudiar con
responsabilidad, adquirir valores, buenos hábitos, hacer deportes, etc. Ahora
que tenemos mucho más tiempo para nosotros solos, debemos ocuparnos de crecer en
todo.
C.
Divirtámonos
y socialicemos en el temor de Dios. Dice Ec 11.9: “Gente joven: ¡la juventud es hermosa!
Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se
pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada
cosa que hagan”. Todo lo que sea bueno, y tengan tiempo y plata para
hacerlo, y permiso, es bueno hacerlo. Divertirse y estar con buenos amigos.
Tenemos que aprovechar a hacer esto.
D.
Buscamos
dirigidos por lo que sabemos (no nos dejemos arrebatar por ninguna emoción). Mientras
nos divertimos y relacionamos, en la iglesia, en encuentros, en campamentos… busquemos,
busquemos activamente. Tal vez veamos a alguien que nos gusta. ¡Pero cuidado! Debemos
buscar dirigidos por lo que sabemos que a la luz de la Palabra está bien. Miremos,
filtremos con la cabeza, y después, si está bien, vayamos dando lugar a
emociones.
II.
¿En quién debo
fijarme al buscar?
Primero, debe ser creyente
(nacido de nuevo).
Lo primero y principal que
debemos saber los que van a ponerse de novio o ya lo están, y los Papas, para
sus Hijos, es que Debo fijarme en un o
una creyente, una persona que haya nacido de nuevo. Que haya sido regenerada.
No importa si es linda, o feo, ,
No importa si estudia Ingeniería, o ella Bioquimica, o si es desempleado o
desempleada…Lo primero que debemos enseñar, es que debe ser nacido de nuevo. lo
que primero debemos tener presente, y que no debemos Ceder, es que sea Creyente,
alguien que ha nacido de nuevo, que ha sido regenerado. El versículo más conocido
dice no se unan en Yugo Desigual 2 Cor 6:14. El yugo es un instrumento de Madera,
que sirve para unir a 2 bueyes y compartir la Carga de la tarea.
14 No se asocien íntimamente con
los que son incrédulos. ¿Cómo puede la justicia asociarse con la maldad? ¿Cómo
puede la luz vivir con las tinieblas? NTV…¿Queres vivir toda tu vida, o gran
parte de esta llevando una carga con una persona que no lo haga igual que vos?
39 La mujer está ligada a su
esposo mientras él vive; pero, si el esposo muere, ella queda libre para
casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor. 1 Cor 7.39. Pablo
aclara que se pueden volver a casar, si es en el Señor, es decir con alguien de
la misma Fe.
Tampoco te unirás en matrimonio
con ninguna de esas naciones; no darás tus hijas a sus hijos ni tomarás sus
hijas para tus hijos, 4 porque ellas los apartarán del Señor y los harán servir
a otros dioses. Deut. 7.3-4. Me quería quedar con la explicación de este,
porque ellas o ellos los apartaran del Señor.
Este primer punto es el
elemental, no se nos puede escapar, ni debemos ceder como Jóvenes, y también
los padres al aconsejar y enseñar sobre esto, no es un consejo, es mandamiento
de Dios. La decisión del Noviazgo es la Segunda Decisión mas Importante de tu
Vida, la primera fue arrepentirte de tus pecados y Recibir a Cristo como Salvador, la segunda es esta…es
trascendental, y no tomarla en base a la Palabra trae grandes consecuencias.
Un pequeño paréntesis, que lo
toco con el mayor de los respetos hacia todos uds. Hay muchos casos en la
Iglesia de parejas que comenzaron en Yugo desigual, y que hoy son un matrimonio
para la Gloria de Dios porque uno de ellos luego creyó. Pero eso no debe ser
justificación o tomarlo como caso de que esa decisión no fue desobedecer a
Dios. Dios en su infinita Misericordia, tiene la capacidad de tomar nuestras
malas decisiones, de tomarnos del fondo de nuestros pecados, y hacer algo nuevo
para su Gloria…pero eso no significa que el nos indujo a pecar, o caer en eso.
Somos responsables de nuestras decisiones y pecados, y después Dios, puede si
así lo quiere hacer una obra de Restauración sobre esa decisión.
Que sus principios y hábitos
reflejen a Dios. Mat 12.34 De la abundancia del Corazón habla la Boca. Jn 14.21
¿Quién me ama? ¡El que obedece y hace suyos mis mandamientos!
Luego de haber mirado lo primero,
debemos fijarnos en sus principios y hábitos cristianos, por ej.
Conocimiento de Dios (no es
necesario que sea un teólogo) ,
Obediencia (¿tiene claro y cumple
algunos principios básicos? El pecado le molesta?) ,
Amor a El y deseos de Servirlo
(¿está o quiere servir a Dios, demuestra Amor por Dios?).
Por su puesto esto no es un
examen, además todos nosotros tenemos mucho que crecer en estas áreas. Pero es
importante tener en cuenta si se ve algo de esto en su vida…eso va a confirmar
si la persona de verdad desea seguir a Cristo.
Podrías preguntarte ¿Ama a Dios
como yo lo amo? ¿Desea servirlo como yo? ¿Como son sus reacciones, sus
contestaciones o tratos hacia el resto?
Tenemos que tener mucho cuidado
con elegir, o permanecer con personas que sean violentas, con personas que
están atadas a algún vicio u otra cuestión que no esté reflejando el Carácter
de Cristo en líneas Generales, como dije…todos seguimos aprendiendo de esto día
a día.
Con respecto a elecciones en lo
físico, eso va en c.u. De más está decir que no es lo más importante, y que
debería estar siempre después de estas dos cosas.
III.
¿Cuándo un
sentimiento es amor serio?
Cuándo un sentimiento o unas
mariposas son realmente un amor suficiente o digno para intentar o iniciar una
relación amorosa seria? Cuando te dan ganas de estar cerca de la otra persona.
Cuando querés hacerle bien. - Sobre todo, cuando eso permanece en el tiempo
(algunos meses). Si conocemos a alguien, y empezamos a sentir cosas muy lindas,
no tenemos que arrebatarnos y apresurarnos a iniciar una relación. ¿Por qué?
Porque muchas veces ha pasado que solamente se trata de un sentimiento
superficial y pasajero. ¿Cuándo algo que sentimos es amor serio?
A.
Cuando
nos encanta pasar tiempo con la persona, y seguir conociéndonos. Cuando
tenemos ganas de verla, saber cómo le ha ido, contarle cómo nos ha ido; saber
más de ella y de sus cosas, que sepa más de nosotros, etc.
B.
Cuando
queremos hacerle bien, ayudarla, hacerla feliz. Cuando tu amor
es genuino, serio, jamás vas a manipularla, ni a exigirle servicio, ni a dañarla.
La vas a respetar, a apoyar en lo bueno, y a ayudarla.
C.
Cuando
lo que sentimos pasa la prueba de los meses. Es decir,
cuando lo que siento permanece, no se va; todo lo contrario, crece y crece; y
cuando esto sucede, no por una semana, sino por meses… Esto es muy importante. Es la prueba clave para determinar si un
sentimiento es un amor serio, o un enamoramiento pasajero o superficial (un
metejón), que también es bastante común. No empiecen ninguna relación apenas se
ven y se gustan. Sigan observando, conociendo… Si pasa la prueba del tiempo,
comiencen.
IV.
¿Qué hacer cuando el
sentimiento perdura en el tiempo?
• Orar
para que el Señor traiga Paz a mi corazón con esta Decisión. Señor es ella/ el?
Sabes que me gusta, pero quiero elegir correctamente. No se inquieten por nada;
más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios
y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará
sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 | NVI
• Acercarse
a la otra persona para ver si tiene el mismo sentimiento. Tenemos que tomar
valor y decirlo. Y ser claros…por favor hombres seamos claros, se los dice
alguien que le costó entender esto. Y bueno habrá casos en los que te saquen
peinado, y no haya el mismo sentimiento en la otra persona. Hay algunos a los
que esto les afecta mas y otros que andan con chaleco antibala, les tiran y les
tiran y no se inmutan, siguen intentando.
• Compartilo
con un consejero cristiano, a ver que te aconseja, o como lo ve el. Muchas
veces arrancan la relación solos, sin contarle a nadie…pensando que ya todo lo
saben…y es bueno escuchar la voz de otro que te aconseje sabiamente…No te
cierres, escuchá y después decidí. Recuerdo cuando le conté a Diego que estaba
conociendo a Nani, o varias veces también le preguntaba a Mario cuando tenía
algunas dudas sobre el tema.
• Contale
a tus Papás, para ver que piensan ellos. ¿Estarían o están de acuerdo? Es
importante que ellos lo sepan y estén de acuerdo. Y es importante también que
le dicen los padres, teniendo en cuenta los principios Básicos que ya vimos. No
te alegres porque sale con un “Buen chico o chica”, hacele las preguntas
básicas.
• Cuidado
con confundir estar “estamos orando” o “estamos saliendo” con noviazgo. Amigos
con derechos, adelantar etapas. Es un momento para conocerse personalmente, no
Físicamente. Parecen novios, nada mas
que a escondidas, o sin que los padres, lideres lo sepán. Hoy se usa primero los besos y después nos conocemos,
pero es al revés…y en este caso, el orden de los factores sí altera el
producto.
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