La verdad os hará libres
La verdad os hará
libres
Síntesis del mensaje compartido por Joaquín Ravanelli el
06/05/2018
Iglesia Cristiana
Evangélica “Sígueme”
España 155 Godoy Cruz Mendoza
Argentina
Acceda al audio de este mensaje desde AQUÍ
Hoy vamos a declarar mediante las aguas del bautismo que
hemos sido libertados. ¿De qué hemos sido hecho libres?
Si yo estoy diciendo has confiado en Jesús como tu
libertador personal, entonces… eras esclavo!
Hace unos 200 años atrás, la esclavitud en Argentina,
existía. En los países de Latinoamérica durante los últimos 200 años se fue
declarando la abolición de la esclavitud. Pero si contamos desde la época de
Abraham, estamos contando casi 3.800 de esclavitud. En aquellas épocas, la
esclavitud era un concepto totalmente normal y aceptado por la sociedad. Los
esclavos se compraban en un mercado de esclavos y una vez que se pagaba un
precio por ellos, pasaban a ser propiedad de ese amo. No solamente esas
personas, sino también sus hijos pasaban a ser propiedad del amo. Toda su voluntad
pasaba a estar subordinada al amo. El esclavo era propiedad y el amo podía
hacer lo que quisiera con él. Algunos amos eran buenos y considerados, pero por
lo general, los amos eran despiadados hasta niveles de crueldad increíbles.
Literalmente consumían las vidas de sus esclavos. Si les preguntabas a esos
esclavos qué era lo que más deseaban, era LA LIBERTAD.
La situación de esclavitud era sumamente angustiante y
podía ocurrirle a cualquier persona. La quiebra o la bancarrota se podía terminar pagando con la esclavitud
del deudor o inclusive, muchas veces se entregaban hijos como esclavos.
Jesús usó ese ejemplo para referirse a nuestra situación
ante el pecado. Hoy que se ha abolido la esclavitud, no obstante nosotros
podemos ser esclavos de muchos amos. Totalmente a la vista, sin embargo
encubiertos.
Te presento algunos amos de hoy en día: VICIOS, ESTRÉS,
INMORALIDAD.
Te pregunto: ¿Sos esclavo de alguno de estos amos?
Dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido
esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les
respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no
queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que,
si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres. (Juan 8:31-36 RV60)
Vamos a seccionar este mensaje en tres partes:
1- El
camino hacia la liberación verdadera
2- Mi
consideración de la ESCLAVITUD
3- Verdaderamente
libres
1-EL CAMINO HACIA
LA LIBERACION VERDADERA.
a)
CREER
EN JESÚS. “Dijo entonces Jesús a los
judíos que habían creído en él” (v.31a). Jesús les indica el camino hacia
la liberación a personas que habían creído en Él, primeramente. El punto de partida, el primer paso, si querés
ser libre de alguno de los pecados que mencioné al principio, es CREER EN JESUCRISTO COMO EL ÚNICO
LIBERTADOR. Si sos esclavo de un vicio, de las deudas, del dinero, no te
preguntes cómo lo hago. El primer paso es CREER en Jesús. ¿Has creído en
CRISTO? Hoy es el día. Lo primero que tenés que creer es que Jesús tiene el
poder de liberarte.
b)
SER
DISCÍPULO DE JESÚS. “Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos” (v.31b). Hace un tiempo atrás vimos lo que significaba ser un
discípulo de Jesús. Es un aprendiz.
·
Un discípulo es alguien que recibe enseñanzas de
su Maestro, las aprende y las pone por obra.
·
Una persona que CREE en Cristo y se identifica
con Él.
·
Una persona que está dispuesta a cambiar su vida
y pasar un tiempo con Cristo.
·
Una persona que se somete a la Voluntad del
Maestro.
·
Una persona que invierte toda su vida hasta
llegar a la Plenitud de Cristo.
c)
CONOCER
LA VERDAD. “…y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres”
(v.32). Hoy hay muchas “verdades”, muchas posturas dando vueltas. Hoy el
concepto de VERDAD está distorsionado.
“Entiendo lo que decís, pero esa es TU
VERDAD. Pero yo tengo OTRA VERDAD, que es MI VERDAD”. Si cada uno tiene “una verdad” diferente, entonces, la
verdad deja de existir, deja de existir una sola verdad. Pero en la AUTORIDAD
de la PALABRA: EXISTE UNA SOLA VERDAD. “Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
Cuando Jesús les dijo estas cosas, las personas primero se
sorprendieron, luego se ofendieron. “Linaje
de Abraham somos, y jamás hemos sido
esclavos de nadie” (v.33). Se creían libres, pero Jesús las identificó como esclavos. Si te digo que
necesitás un Libertador y que todo ser humano es esclavo del pecado, ¿esa
realidad te ofende?
2-MI CONSIDERACIÓN
DE LA ESCLAVITUD.
Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido
esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les
respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no
queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. (Juan 8:33-35 RV60)
En aquellas épocas el esclavo no llegaba a una edad muy
avanzada, por el peso del trabajo o por el maltrato. Los mismos amos los hacían
morir para que no gastaran y le dieran paso a las generaciones más jóvenes y
productivas y seguir exprimiendo a sus hijos. Con eso comparó Jesús nuestra
situación ante el pecado. Vivimos una realidad muy dura, de muchos vicios,
asesinatos, injusticias. Hoy vivimos una realidad muy dura y desesperante, como
en aquellos tiempos en los que la esclavitud era moneda corriente. Y la Iglesia
tiene que nombrar las cosas que están pasando con nombre y apellido. Tenemos
que sacar el velo de los amos que hoy se pueden encontrar en este tiempo, que
esclavizan a tu ser y que quizás te ha alcanzado a vos. Te compró y hoy está
tratando de llevar tu vida, te consume, te está destruyendo.
Puede ser que tengas a algunos amos en tu vida, y vamos a
nombrarlos:
a)
Vicio.
Su nombre es “Vicio” y su apellido puede ser: PORNOGRAFIA, PECADOS SEXUALES,
ALCOHOL, TABACO, DROGAS. Palabras fuertes, pero si la Iglesia no pronuncia sus
nombres y devela estos amos que están destruyendo la sociedad, la familia, a
todos, ¿Quién lo hará?
b)
Estrés.
Deudas, dinero, consumismo, apariencia, trabajo.
c)
Inmoralidad.
Infidelidad, adulterio, sexo libre para los que no están casados. Y estos son
los amos más comunes que hoy están destruyendo literalmente a las personas y se
han instalado en todos los ámbitos sociales. Pero el problema más grande es que
también se han instalado en nuestras Iglesias. Cuando dice: “A los que habían creído en Él” (v.31a) “permanezcan en mi Palabra” v. 31b) y
les dijo aparte: “todo aquél que hace
pecado…” (v.34); cualquiera de nosotros podemos entrar en esta clase de
esclavitud.
Vuelvo a preguntar para que reflexiones:
¿Cómo te considerás vos hoy? ¿Sos esclavo?
¿Sos libre?
Hay un LIBERTADOR. Un libertador en el que habían creído.
Y yo te pregunto, porque dice la Palabra, “el
resultado del pecado es la muerte” (Romanos 6:23), y Cristo vino a dar vida
y vida en abundancia. Vino a liberarte de ese pecado, vino a liberarte de esos
amos que consumen tu vida. Porque el que vive como esclavo no disfruta de su
vida. Y sobre todo te estás perdiendo de disfrutar la libertad en Cristo, que
Cristo libere tu alma, libere tu vida.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
(Juan 8:36
RV60)
Hoy te quiero invitar a que si esto te ha pegado en el
corazón, si hoy querés ser libre, no dejes pasar esta oportunidad. Si hoy
quieres decirle a Jesucristo “quiero que seas mi Libertador”, hoy es el día,
hoy es el día del primer paso. No te preocupes por lo demás. Satanás va a
buscar cualquier cosa para esclavizarte, para que consumas tu vida. Pero Cristo
vino a libertar y para que disfrutes tu vida. Porque vino a darte vida y vida
en abundancia.
ORACIÓN:
“Jesús, acabo de
ver que tú tienes el poder para libertar mi vida. Jesús ya sé que me conoces,
pero yo te lo declaro y confieso que soy esclavo del alcohol, que soy esclavo
del tabaco, que soy esclavo de la pornografía, del sexo. Que estoy viviendo en
infidelidad. Que soy esclavo de las deudas. Que no tengo tiempo, ni siquiera para
mi familia, soy esclavo del trabajo. Jesús estoy escuchando que tú tienes el
poder, estoy escuchando que eres la verdad, que eres el camino al Padre. Jesús
te pido, te ruego, que seas mi Libertador. Te ruego me liberes de esta
esclavitud. A cualquier esclavo que le ofrecían ser libre, iba a levantar la
mano. A cualquier esclavo que le preguntaras ¿qué querés?, te iba a responder:
LA LIBERTAD. Pero no la libertad para hacer cualquier cosa, sino la libertad
para disfrutar una vida digna, para permanecer en su palabra. Oh! Jesús, ya no
quiero ser igual. Hoy comienzo un nuevo camino. Comienzo un nuevo camino pero
no lo hago solo, lo hago de tu mano, me tomo de tu mano porque creo en ti,
Jesús. En tu precioso nombre, amén.”
Imagen: https://pixabay.com
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