SIRVIENDO COMO EL SEÑOR

Síntesis del mensaje compartido por Ricardo Palacio el 11/06/2017
Iglesia Cristiana Evangélica “Sígueme”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza – Argentina


Se acercaba la fiesta de la Pascua.  Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre.  Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,  los amó hasta el fin.*  Llegó la hora de la cena.  El diablo ya había incitado a Judas Iscariote,  hijo de Simón,  para que traicionara a Jesús.  Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio,  y que había salido de Dios y a él volvía;  así que se levantó de la mesa,  se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura.  Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura.  Cuando llegó a Simón Pedro,  éste le dijo:  --¿Y tú,  Señor,  me vas a lavar los pies a mí?  --Ahora no entiendes lo que estoy haciendo --le respondió Jesús--,  pero lo entenderás más tarde.  --¡No!  --protestó Pedro--.  ¡Jamás me lavarás los pies!  --Si no te los lavo,* no tendrás parte conmigo.  --Entonces,  Señor,  ¡no sólo los pies sino también las manos y la cabeza! --El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies --le contestó Jesús--;  pues ya todo su cuerpo está limpio.  Y ustedes ya están limpios,  aunque no todos. Jesús sabía quién lo iba a traicionar,  y por eso dijo que no todos estaban limpios. Cuando terminó de lavarles los pies,  se puso el manto y volvió a su lugar.  Entonces les dijo:  --¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor,  y dicen bien,  porque lo soy. Pues si yo,  el Señor y el Maestro,  les he lavado los pies,  también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo,  para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo,  y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto?  Dichosos serán si lo ponen en práctica.
(Juan 13:1-17 NVI)

Lo que representaba el lavamiento de los pies en aquella época: Se acostumbraba comer en muchos lugares, sentados en el piso o inclusive, recostados. Las personas caminaban todo el día, en caminos polvorientos y con sandalias en sus pies, por lo cual era sumamente necesario lavarse los pies antes reunirse para comer. Esa tarea habitualmente la hacían siervos y esclavos. Pero esa noche no había siervos ni esclavos.  Era una tarea de las más humillantes y por lo tanto, nadie lo hizo. Por esa razón, Jesús se dignó hacerlo.

Encuentro en este pasaje tres tipos de servidores:

I-DISCÍPULOS
Aquellos que no sirven y se dejan servir (vv. 4 y 5)

Ninguno tomó la iniciativa de hacerlo por el otro. A punto de cenar y cada uno esperando que el otro lo hiciera. Muchas veces hoy nos encontramos así: recibiendo el servicio, esperando lo que los demás puedan hacer por nosotros y no dando nada. Siervos que no sirven y se dejan servir. Está bien permitir ser servido. El problema, ES NO SERVIR siempre esperando que alguien más lo haga. Imagino la sorpresa de los discípulos, cuando “el otro” resultó ser el Maestro.

Cuáles son las excusas para no ser parte de un ministerio, para no estar sirviendo: Las actividades que tengo, los estudios, las presiones, el trabajo, la familia… Y no sólo hablamos de ministerios. Hay servicios espontáneos, cuando hay una mesa por acomodar, cuando hay alguien que no tiene en qué irse y está tu auto disponible…

¿Cuál es nuestra actitud ante eso? ¿Esperando que alguien más lo haga o esperando que alguien me pida que lo haga? ¿O  tomo la iniciativa y voy y ayudo, sirvo? ¿Cuánto tiempo llevas en la iglesia y no te has involucrado en ningún ministerio?

·         Muchos años y ya no me toca hacerlo a mí. No lo veo en la Biblia en ningún lado.
·         Soy muy joven, muy chico; cuando sea más grande, tal vez. Tampoco lo veo en la Biblia.

Los grandes tal vez esperen que lo hagan los jóvenes y los jóvenes que lo hagan los mayores.
O tal vez anteponer primero sus prioridades y después si puedo ayudo, al otro.
¡O que lo haga el que tiene don de servicio! ¡Siempre hay alguien!

Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido,  administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.
(1 Pedro 4:10 NVI)

Por lo tanto,  siempre que tengamos la oportunidad,  hagamos bien a todos,  y en especial a los de la familia de la fe. (Gálatas 6:10 NVI)

El Rey les responderá:  'Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos,  aun por el más pequeño,  lo hicieron por mí.'
(Mateo 25:40 NVI)

"Es abundante la cosecha --les dijo--,  pero son pocos los obreros.  Pídanle,  por tanto,  al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. (Lucas 10:2 NVI)

A veces pensamos que las actividades de servicio que podemos hacer están solamente en la Iglesia. También afuera hay oportunidades de servir en la comunidad. El servicio puede ser un puente para comunicar el mensaje.

II-PEDRO
Aquellos que creen en las jerarquías al momento de servir (vv. 6-8)

Pedro había transitado tres años con Jesús y conocía la jerarquía del Señor. Era el Maestro. En la creencia de Pedro, para cierto tipo de jerarquías, hay cierto tipo de servicios. Y ese tipo de jerarquías no puede hacer los servicios que hace un esclavo, un siervo.
Las “jerarquías” existen en las iglesias en el sentido de que hay pastores, hay líderes, hay coordinadores, pero es una cuestión de orden y responsabilidades. En otros ámbitos se toma así, como que sos “el de abajo” y yo soy “el de arriba”. Jesús vino a plantear un liderazgo diferente. Un liderazgo haciendo “lo de más abajo” para llegar hasta “lo de más arriba”. Un liderazgo desde la humildad, desde el servicio. Pedro no podía creer que El Maestro se rebajara a hacer la tarea de un esclavo.

No sea así entre ustedes.  Al contrario,  el mayor debe comportarse como el menor,  y el que manda como el que sirve. Porque,  ¿quién es más importante,  el que está a la mesa o el que sirve?  ¿No lo es el que está sentado a la mesa?  Sin embargo,  yo estoy entre ustedes como uno que sirve. (Lucas 22:26-27 NVI)

En la sociedad y en muchas iglesias –y gracias a Dios no es el caso de nuestra iglesia– hay comunidades en las que sus pastores PRESIONAN A SUS OVEJAS. No con el amor, con el estar, con el escucharte, como gracias a Dios hacen en esta iglesia, los pastores Carlos y Diego y también los demás líderes. En muchas iglesias existen jerarquías,  en las que los líderes mandan, no sirven. En muchos lugares en el ámbito fuera de la iglesia, la humildad se ve más como una característica de debilidad que de fortaleza. En el Reino de Dios la humildad está entre los primeros niveles de importancia. Tener “un cuadrito” (diploma-nde.) colgado de la pared nos hace pensar que estamos para ciertas cosas y para otras no. Las mesas que las sirva otro.

Jesús los llamó y les dijo:  --Como ustedes saben,  los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos,  y los altos oficiales abusan de su autoridad.  Pero entre ustedes no debe ser así.  Al contrario,  el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás;
(Mateo 20:25-27 NVI)

Hagan lo que hagan,  trabajen de buena gana,  como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia.  Ustedes sirven a Cristo el Señor.
(Colosenses 3:23-24 NVI)

¿Te ubicás acá? ¿En que has puesto tus “cuadritos” tu currículum por sobre las cosas de Dios a la hora de servir?

III-JESÚS
Aquellos que sirven con humildad (vv.9-17)

Jesús ya sabía que se le acercaba la hora y tenía una de las últimas oportunidades de darles una enseñanza a sus discípulos. Y justamente de una manera práctica, el tema de la humildad y del servicio.

Las calles de Jerusalén eran de tierra y llenas de polvo. No usaban zapatillas, sino sandalias con los pies al descubierto todo el día. Se caminaba mucho. Me pongo a pensar en los pies de cada uno de los discípulos. No debe haber sido cosa fácil ni agradable limpiar esos pies al final del día. Me gusta la humanidad (100% humano) y la espiritualidad (100% Dios) de Jesús, lidiando con esto.  

Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan,  sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
(Marcos 10:45 NVI)

EL REY DE REYES VINO PARA SERVIR Y NO PARA SER SERVIDO.

Siendo el más grande, Él estaba siendo el menor en ese momento. ¿Te trae algo a la memoria este acto de humillarse hasta lo sumo, del Señor? SE DESPOJÓ.

No hagan nada por egoísmo o vanidad;  más bien,  con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien,  siendo por naturaleza Dios,  no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario,  se rebajó voluntariamente,  tomando la naturaleza* de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre,  se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte,  ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo…
(Filipenses 2:3-9a NVI)

“siendo por naturaleza pastor, apóstol, líder…” NO! DIOS! La versión Reina Valera dice: No estimó ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse…

Formó su liderazgo desde abajo. Este es el ejemplo que debemos tomar a la hora de servir. La humildad, el preocuparte por el otro, el de no esperar que el otro lo haga; el de servir, sea lo que sea lo que hay que hacer, el del amor.

EL DIOS DEL UNIVERSO ERA EL QUE ESTABA CON LA TOALLA EN EL HOMBRO, LAS RODILLAS EN EL PISO Y LAVANDO LOS PIES MUGRIENTOS DE LOS DISCIPULOS.

Te pregunto si te ubicás en alguno de estos servidores. Si te estás poniendo la toalla en el hombro, las rodillas en el piso cada día.

Hubo en Uruguay un retiro de pastores. Un orador de Brasil fue invitado para tener una serie de estudios para los pastores en el retiro anual. La primera noche se pidió voluntarios para distintas tareas durante el retiro. Todos los puestos fueron tomados, excepto la limpieza de los baños.  A la mañana siguiente, muy temprano, el orador invitado se levantó y sin decir nada a nadie, limpió todos los baños. Antes de terminar la tarea, un pastor que acostumbraba levantarse temprano lo vio y luego, avergonzado, lo comunicó a los demás pastores. Supongo que nadie se acuerda de lo que enseñó ese pastor. Supongo que quizás muchos ni se acuerdan del nombre de ese pastor. Pero estoy convencido de que nadie, sin excepción, se olvidó de lo que hizo ese hombre.

Porque somos hechura de Dios,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10 NVI)

Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que,  para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos,  como lo siguen haciendo. (Hebreos 6:10 NVI)

Pero los exhorto a temer al Señor y a servirle fielmente y de todo corazón,  recordando los grandes beneficios que él ha hecho en favor de ustedes. (1 Samuel 12:24 NVI)

Cuando no tengas deseos de servir regularmente en un ministerio no espontáneamente en algo que haya que hacer, cuando no te veas sirviendo o ayudando, no tengo ganas; acerquémonos al Señor e imaginemos al Dios del Universo con la toalla en el hombro y las rodillas en el piso, el recipiente con agua en la mano, lavando los pies de los discípulos.

Esto nos tiene que hacer levantar, tiene que movernos. Tiene que hacer que queramos ayudar, comenzar a servir activamente, si es que no lo estamos haciendo, si es que “no te nace”.

UN DESAFÍO:
SI TE UBICASTE EN ALGUNO DE ESTOS, SI PENSÁS QUE TU HUMILDAD NECESITA MUCHO MÁS DEL ESPÍRITU SANTO, SI NECESITÁS QUE DIOS TIENE QUE APLASTAR UN POCO TU ORGULLO, QUE HAY ALGO QUE TE ESTÁ IMPIDIENDO PREOCUPARTE POR LOS INTERESES DE LOS DEMÁS HERMANOS, O DE LAS DEMÁS PERSONAS, SI ESTÁS TENEINDO DEMASIADAS ACTIVIDADES EN TU VIDA QUE TE IMPIDEN SERVIR, SI TAL VEZ TUS PRIORIDADES NO ESTÁN DEL TODO BIEN ORDENADAS, Y QUE ESTO TE ESTÁ IMPIDIENDO SERVIR COMO EL MAESTRO; QUIERO DESAFIARTE A  QUE EN TU LUGAR AHORA , EN ESTE MOMENTO,PUEDAS ORAR AL SEÑOR. NO ESPERES HASTA MAÑANA NI HASTA LLEGAR A CASA.


Que puedas estar sirviendo como el Salvador servía, como el Maestro servía.

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