El año agradable del Señor
EL AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR
Lucas 4:14-21
Síntesis del mensaje compartido por Joaquín
Ravanelli el 23/10/2016.
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA "SIGUEME"
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza,
República Argentina.
Los eventos
previos en la vida de Jesús:
Jesús deja Nazareth y se encuentra con Juan el Bautista
para ser bautizado, a los efectos de que como está escrito, se cumpla toda
justicia.
Ese día desciende el Espíritu Santo sobre Él, donde la
Santísima Trinidad se hace visible ante los ojos de una multitud: el Espíritu
Santo que se manifiesta en forma visible sobre Jesús descendiendo como paloma
sobre Él; la voz de Dios el Padre que se torna audible y dice “Este es mi Hijo
Amado…”; y el mismo Jesús, el Hijo, en
las aguas del Jordán siendo bautizado por Juan (Lucas 3:21 y 22).
Luego, Jesús es llevado por el Espíritu al desierto
durante 40 días y finalmente enfrentar la tentación de Satanás.
Y luego… ¿qué
pasó?
“… hoy se ha cumplido esta Escritura delante de
vosotros...” (Lucas 4:21) la profecía que se halla en Isaías 61:1 y 2a)
“El
Espíritu del Señor está sobre mí, Por
cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; A pregonar libertad a los
cautivos, Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.” (Lucas
4:18 y 19 RVR )
Jesús vivió en Nazareth casi toda su vida. Tenía treinta
años cuando comenzó su ministerio. Entre que deja Nazareth y viaja para
encontrarse con Juan para ser bautizado y luego los 40 días en el desierto y
finalmente se encuentra de nuevo en su ciudad de residencia, debieron haber
transcurrido aproximadamente unos dos meses.
Debió tener una intensa preparación.
En estos pasajes, me parece distinguir al menos DOS
importantes secciones y cada una de ellas con importantes tópicos para tener en
cuenta:
I - PRIMERA
SECCION: (vv. 14-16)
1-Se difundió su fama. Hoy en día con los medios de comunicación
actuales (TV, Internet, etc.) las personas pueden obtener más fácilmente fama y
notoriedad. Hay muchas personas famosas. Pero en aquella época no existían estos
medios. La fama y notoriedad se conseguía a través del Gran Impacto del “boca a
boca”. Por lo tanto era difícil hacerse famoso y habían pocas personas famosas.
Sin embargo, “se difundió su fama por
toda la tierra de alrededor” (Lucas 4:14).
En lo que a mí respecta: ¿Cómo me están conociendo? ¿Cómo me
conocen a mí? ¿Qué case de testigo fiel soy con todos los medios disponibles?
2-Aprovechó el tiempo. Entre que caminaba hacia su ciudad de
residencia no estuvo solo ni aislado, ni lo hizo en silencio. Fue ministrando y
hablando a las gentes.
En lo que a mí respecta: ¿Soy luz en mi entorno? ¿Hablo de Dios o
testifico?
3-Glorificado por todos. “Y
todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de
gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?” (Lucas
4:22). Inclusive los alguaciles del templo, gente dura, ruda, hablaban bien de
Él (Juan 7:46). Antes, Pedro mismo, un hombre rudo, impulsivo, había reconocido
esto: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras de vida eterna” (Juan 6:68).
En lo que a mí respecta: ¿Glorifico
a Dios por su Palabra?
4-Acostumbraba asistir al templo y leer su Palabra. “… y en el día de reposo entró en la
sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. “ (Lucas 4:16)
En lo que a mí respecta: Es mi costumbre venir a la iglesia. Está
todo bien… pero… ¿en qué forma y con qué
frecuencia participo?
II - SEGUNDA
SECCION (vv. 17-21) Jesús en cumplimiento de la profecía y para qué vino.
1-Jesús el Ungido, el Elegido, el Espíritu Santo sobre Él.
Es la única vez en que se
manifiesta el Espíritu Santo en forma física y ante una multitud.
“El Espíritu del Señor está sobre mí”, había dicho Isaías 680 años
antes (Isaías 61:1 y 2). En dos meses Jesús estaba de vuelta y dice: “El Espíritu de Dios está sobre mí”
aplicando la profecía de Isaías 61:1 y 2 a sí mismo y proclamando que viene a
predicar el “Año Agradable del Señor”.
2-Para dar buenas nuevas a los pobres. ¿Quiénes son “los pobres” a
los que se refiere el Señor? ¿Gente de bajos recursos económicos? En términos
de valores y dinero, la línea de pobreza es bastante relativa. Jesús hablaba de
los pobres en espíritu, de los mismos de los que habló en el Sermón del Monte,
cuando dice “bienaventurados los pobres…”
(Mateo 5:3). Venía a dar buenas nuevas a los de corazón abierto, a los humildes
en espíritu. ¿A qué pobres? A cualquier
persona que no conoce las riquezas de una vida en Cristo.
Podemos conocer a Jesús, pero
ser pobres si aún hay orgullo en nuestro corazón.
3-Para sanar a los quebrantados de corazón. ¿Qué es un
“quebrantado” de corazón? Un arrepentido de corazón, uno que reconoce su pecado
y siente profundo pesar por causa de él. Uno que reconoce que después de eso ya
no queda más nada y sabe que vive destituido de la Gloria de Dios (Romanos
3:23). Un alma que llora y suplica perdón.
4-Para proclamar libertad a los cautivos. ¿Qué cautivos? ¿Los
privados de libertad? Sí, a ellos también. Los que no conocen a Cristo, los que
viven cautivos de sus pecados, de adicciones, que sufren la vergüenza de pecados
ocultos de los que no se pueden librar, cautivos del dinero, del mundo y de la vanidad de este mundo. En
este sentido, hay personas que ostentan sus títulos. Los títulos sirven, pero
nos volvemos cautivos de ellos cuando nosotros nos hacemos parte del título.
El preso quiere la libertad.
¿Y nosotros? ¿Qué esperamos para cederle el gobierno de nuestra vida a Jesús
para que nos haga libres?
Jesús vino a libertar a los
cautivos y a nosotros también, que aún vivimos cautivos de algún pecado.
“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan
8:32 NVI)
5-Para darle vista a los ciegos. Para los que no ven, vean… y los
ciegos también!
“¿Qué es más fácil, decir: 'Tus pecados quedan perdonados', o decir:
'Levántate y anda'? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene
autoridad en la tierra para perdonar pecados -se dirigió entonces al
paralítico-: Levántate, toma tu camilla
y vete a tu casa.” (Mateo
9:5 y 6 NVI) El venía a ejercer AUTORIDAD.
“Entonces Jesús dijo: -Yo he venido a este mundo para juzgarlo, para que los ciegos vean, y los que ven se
queden ciegos.” (Juan 9:39 NVI)
En clara referencia hacia los
fariseos que creían que la tenían clarísima y estaban ciegos en su propia vanidad, religiosos que no
ven ni dejan ver. Jesús se enojó con la vanidad de los religiosos. Es más fácil
decir a alguien caído “Levantate!” que decirle: “¿En qué te puedo ayudar?”
No permitamos que Satanás nos
engañe y cerremos los ojos a la autoridad de Jesús.
6-Para poner en libertad a los oprimidos. ¿Qué “oprimidos”? Las
viudas, los huérfanos, los que clamaban por justicia, las víctimas de los
recaudadores de impuestos… No han cambiado mucho las cosas hoy en día desde los
últimos dos mil años, parece…
La importancia de conocer y
seguir las enseñanzas de Jesús.
“Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres”
(Juan 8:36 NVI)
7-A PREDICAR EL AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR. En Levítico cap. 25 se
establece el año del Jubileo. Después de siete semanas de años (Lev. 25:8)
debía celebrarse el año 50. Ese año no se sembraba, no se cosechaba. El que
había sido vendido a otra familia para pagar una deuda, volvía con los suyos;
inclusive la tierra volvía a su tenedor de origen. No tenían autoridad de vender, sólo hacer arriendos
de la tierra por determinado número de años y siempre con miras al año del
jubileo, ya que los contratos no debían exceder ese año. Todo volvía al punto
de origen. Y ese era el contexto de Isaías cuando habló del “Año agradable del
Señor”.
Nosotros hemos sido creados
originalmente para Gloria de Dios, no obstante, el pecado nos ha destituido de
ella (Romanos 3:23).
En cambio, NO POR MERITOS
PROPIOS “sino teniendo libertad para
entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo” (Hebreos 10:19) hoy nos encontramos en el período de
Gracia, en el Año Agradable del Señor, toda vez que no toda la profecía de
Isaías está cumplida. Entretanto viene el cumplimiento de la segunda parte del
texto de Isaías 61:2, que Jesús no citó, este es el Año Agradable del Señor. Un
tiempo en que aún podemos recibir el perdón de los pecados para nuestras almas.
Que venga rápido! A veces
decimos con ansiedad cansados de tanta injusticia, sufrimiento. Pero aún quedan
muchos cautivos por libertar, muchos
ciegos por ver.
“Así,
pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no
recibáis en vano la gracia de Dios. Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de
salvación te he socorrido. He aquí ahora
el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”
(II Corintios 6:1 y 2 RVR1960)
Cuando Juan el Bautista desde la cárcel, envía a su gente
a preguntar a Jesús “¿Eres tú aquel que
había de venir, o esperaremos a otro?”, Jesús les dice: “Id, y haced saber a Juan las cosas que oís
y veis.” (Mateo 11 2:-6)
HOY es tiempo aceptable. HOY es el día para SALVACION.
HOY es el AÑO AGRADABLE DEL
SEÑOR.
Gracias por tu trabajo Luis. Muy buen resumen del mensaje. Dios te bendiga!
ResponderBorrarGracias, muchas gracias por saber ver el valor de este trabajo.
BorrarDios te bendice, mi hermano! Abrazo. Tu hno. Luis