Adiós miedos
Por:
Jésica Andrea para www.laroca-ministerios.com.ar
Muchas
veces, les debe pasar al igual que a mí, el sentir miedo a algo o a
alguien, pero... ¿se han preguntado el por qué?
Años
atrás cuando era chiquita, miré una película que, por el horario,
no era apta para todo público, pero estaba con mis padres, lo que me
inspiraba cierta seguridad. El film se trataba de nada más y nada
menos que de “Alien” el extraterrestre que despertó mucho miedo
e impresión en muchas personas; entre ellas, a mí.
Recuerdo
que sólo vi una parte de este film y esa misma noche tuve pesadillas
¡que por momentos parecían tan reales! Varias noches fueron
tormentosas, ya que, a pesar de ser un film de ficción, en mi mente
parecía tan real; ya que en los sueños tomaba como escenario mi
casa, en especial mi cuarto. A muchos niños les pasa esto.
¿Cómo
hacer para despertar de la pesadilla? Y aún despertando: ¿cómo
aceptar que era sólo un mal sueño? Esto me generó miedo, mucho
miedo. A tal punto que cada vez que anunciaban esa película, trataba
de escapar de allí y hasta taparme los oídos para no escuchar el
nombre del extraterrestre.
Con
el pasar del tiempo mi padre me explicó que sólo era una película
y que no existía. Es más, él había visto los efectos especiales
de cómo se produjo el film. Pero aún así, yo seguía con miedo.
Aún sabiendo que sólo era una película, el hecho de imaginar que
me lo encontraría de vuelta en un sueño, aumentaba mi temor de que
lo podía ver en la vida real.
Tiempo
atrás, hice un escrito donde trataba un tema parecido al miedo, que
fue justamente el no poder aprobar una materia y a raíz de esto,
todas las noches soñaba con una imagen terrorífica que se me
aparecía, a tal punto de que la sentí real. Hasta que un día
sentada en mi casa sola, mirando una revista encontré imágenes y
fotos de águilas. Me llamó la atención, me gustó este animal y
decidí dibujarlo (¡lo que más me gusta hacer!). Las pesadillas
seguían, pero una noche fue la que más me sorprendió, porque la
imagen que aparecía en mis sueños tratando de asustarme, esta vez
no pudo hacerlo. Era entre sueño y realidad. Al momento que trató
de acercase algo la alejó, yo pronunciaba con mi boca el nombre de
Nuestro Señor pidiéndole que alejara todo mal de mí, que me
asustara y diera miedo. No sé en qué momento ni como sucedió, pero
la criatura se alejó y sólo veía a lo lejos la imagen de un águila
que volaba hacia mi, como protegiéndome.
Años
después, volví a ver aquella película que tanto miedo me había
causado. Y la volví a ver aún otra vez más, ¡sola en casa y bien
cerca de la pantalla del televisor! Muchos dirán ¡Qué valiente!
Pero muy lejos de causarme miedo, esta vez ¡terminó aburriéndome!
Aprendí,
que a los miedos para vencerlos, hay que enfrentarlos. ¿Y el águila
que tiene que ver? El águila me enseñó, que por más miedo y temor
que tenga, no importa donde me encuentre, El -Dios- está allí, los
miedos aparecen cuando tememos por algo o por alguien. Lo que el
adversario trata de hacer es asustarnos a tal punto de que nos
sintamos indefensos, no importa cuál sea la situación en la que nos
encontremos. Puede ser real o no (como en mi caso). Aunque por una
parte fue real, porque al no rendir bien la materia eso me generó
miedo de no aprobar nunca más; pero deposité mi fe en Dios y con
esfuerzo y la bendición de Dios la aprobé. Con la película junté
el valor y la vi. Y así son muchas la situaciones por las que
podemos pasar. El enemigo tratará de hundirme y generar miedo en mí,
pero yo tengo el águila a mi lado, que me da las fuerzas que
necesito para salir adelante y vencer todos los miedos. El águila es
el Señor, mi Jehová de los Ejércitos.
El
águila representa la fuerza de Dios.
pero
los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas
como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no
se fatigarán. (Isaías 40:31 RV60)
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