Trabajo inútil
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com
Días atrás, haciendo “zapping” en TV antes de salir hacia el
trabajo, tuve oportunidad de ver por unos breves minutos un interesante programa
en dibujos animados. Las hormiguitas trabajaban arduamente durante toda la
jornada trayendo provisiones para el hormiguero. Sin embargo, una de ellas,
entre las miles que había, se destacaba por sobre todas las otras. Era por el
tremendo esfuerzo que ponía en traer con gran dificultad, por cierto, grandes
cosas a la entrada del hormiguero… pero cosas completamente inútiles. Con mucho
esfuerzo vino primero con un peine, y después de traer varias cosas que no sólo
no entran en el hormiguero, sino que a las hormigas no les sirven para nada,
apareció finalmente con unas gafas de sol.
Una y otra vez la hormiga capataz la rechazaba y el ciclo se
repetía una vez más. Buscar algo, transportarlo con gran esfuerzo, hacer la
larga fila de hormiguitas esperando para depositar su carga en el sitio de
almacenamiento, llegar a la entrada y ser rechazada por lo inútil de los
objetos que traía. Volverse con la pesada carga, depositarla a un costado y
comenzar de nuevo.
Finalmente la jornada llegó a su fin. El sol ya se ponía y
la hormiga capataz cerró la entrada del hormiguero. Nuestra hormiguita se quedó
afuera con su preciosa carga.
Alguien dijo que “no hay nada peor que hacer muy bien lo que
no es necesario hacer”. Y en algún sentido sobradas razones tiene. He conocido
personas así. Con gran esfuerzo y laboriosidad transitan esta vida, trabajan en
nuestras comunidades, en nuestras iglesias. Siempre tienen ideas, sugerencias,
proyectos; gastan tiempo, esfuerzo, consumen los pocos recursos de que disponen
haciendo y trabajando en cosas completamente inservibles, inútiles, imprácticas
que no les sirven a ellos ni a sus familias, ni a sus comunidades. En todo caso
para algo sí sirven: sólo para mantenerlos a ellos ocupados en algo.
Y es así como la vida se les pasa, finalmente la noche llega
y las oportunidades se agotan. Se quedan afuera y sin nada, con la tristeza y
la frustración del esfuerzo de toda una vida en vano y sin trascendencia
alguna.
¿Por qué siempre es tan fácil ver las faltas en el prójimo y
tan difícil ver las propias? Tuve que verlo en otras personas, finalmente en un
dibujito animado, para poder recién apreciarlo en mi propia vida.
Durante mucho tiempo he sido así. Siempre lleno de
proyectos, de ideas, con ganas de trabajar… pero al final del camino y después
de tanto esperar y tanto esfuerzo, llegar al final del camino con grandes
esperanzas y encontrarme con la nota de desaprobación del Gran Capataz de la vida. Todo el gran
esfuerzo, recursos malgastados en cosas completamente inútiles que de nada sirven
en la Gran Obra
del Señor de la Viña y una y otra vez tener que comenzar de nuevo.
Señor, no quiero que mi tránsito por este mundo haya sido
inútil y sin trascendencia. Habré trascendido, mi vida habrá servido de algo en
la medida en que haya sido de bendición para otros y las piedras rotas de mis
muros resquebrajados hayan servido para construir, para ayudar a edificar otras
vidas. Hoy me pongo en tus manos para andar en las obras que preparaste de
antemano para que anduviese en ellas.
Porque
somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
(Efesios 2:10 RV60)
En
efecto, nosotros somos colaboradores al
servicio de Dios; y ustedes son el campo
de cultivo de Dios, son el edificio de
Dios. Según la gracia que Dios me ha dado,
yo, como maestro
constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo
construye, porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está
puesto, que es Jesucristo. Si alguien
construye sobre este fundamento, ya sea
con oro, plata y piedras preciosas, o con madera,
heno y paja, su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al
descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de
cada uno.
(1 Corintios 3:9-13 NVI)
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