Yo te busco


Yo te busco
Por: Luis Caccia Guerra
Originalmente escrito para: www.devocionaldiario.com
Autorizado para publicarse en:

Habitualmente uso el transporte público de pasajeros para trasladarme de un lado a otro. He tenido en varias oportunidades en la vida los medios para adquirir un automóvil, pero nunca quise hacerlo por razones de salud. ¡Sí! ¡Por razones de salud!

Desde hace muchos años sufro de mareos y vértigo cuando viajo... y nada han encontrado los profesionales de la salud que me han atendido. El simple hecho de viajar hacia el lugar de trabajo, cada mañana, ya es para mí, una verdadera tortura. ¡Imagínense a quien esto escribe conduciendo un automóvil en esas condiciones!

Gracias a las oraciones de un amado hermano en el Señor que se acercó y tuvo a bien  orar por mí y por ese problema en una oportunidad, estuve mejor un tiempo.  Pero inexplicablemente, esa relación se “enfrió” y parece que esas oraciones tenían fecha de “vencimiento” porque hoy estoy otra vez sufriendo más de lo mismo.

No siempre me resulta bien, pero cuando subo a un transporte público, me coloco los auriculares de mi sencillo y elemental teléfono celular y sintonizo alguna de las FM (Frecuencia Modulada) cristianas disponible en mi ciudad. Por lo menos, me ayuda a soportar y “olvidarme” aunque sea por unos pocos minutos de este angustiante problema. Es realmente terrible, no se lo deseo a nadie; subirse a un auto o un transporte público y experimentar literalmente “una caída libre” como si me hubiese aventado desde la azotea de un edificio alto.

Pero el Señor tiene su forma muy particular de hacer las cosas. Gracias a ese problema viajo escuchando algún mensaje o alabanza cristiana. Si fuera conduciendo, obviamente no podría hacerlo así, o por lo menos no podría prestarle la suficiente atención.

Es así como días atrás escuché “Yo te busco”, un tema de Marcos Witt, interpretado junto a su hijo Johnatan. Debo decir en honor a la verdad, que Marcos Witt no es precisamente uno de mis autores/intérpretes favoritos. No obstante ello, tengo un gran respeto por su ministerio y algunos de sus temas sin lugar a dudas me han llegado muy a lo profundo del corazón. Es más… si tuviera la oportunidad de cantar junto a él, ¡no creo que fuera capaz de negarme!

Pues bien… “Yo te busco” es uno de esos temas. Debo confesar que escuchar la dulce voz del niño cantar: “Yo te busco con fuego en mi corazón… recibe mi adoración… Te anhelo, te necesito; te amo, más que a mi ser…” me emocionó hasta las lágrimas. Alguno de los pasajeros que viajaban conmigo habrá pensado: “¿Qué le pasa a este viejo loco?”.

Es más; ahora escucho la grabación al momento de escribir esto y las lágrimas se aflojan nuevamente. Mi hija pasa a mi lado y me mira sin entender nada… Enseguida lo podrá leer y entenderá…

Sin embargo, este “viejo loco” hoy quiere decirle al Señor: “Yo te busco, con fuego en mi corazón. ¡Recibe mi adoración!. ¡Te enhelo! ¡Te necesito, Señor!”.

Señor…¡Te amo más que a mi ser!!!!

Tuya es la alabanza en Sion,  oh Dios,
 Y a ti se pagarán los votos. Tú oyes la oración;
 A ti vendrá toda carne. Las iniquidades prevalecen contra mí;
 Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti,
 Para que habite en tus atrios;
 Seremos saciados del bien de tu casa,
 De tu santo templo. Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,
 Oh Dios de nuestra salvación,
 Esperanza de todos los términos de la tierra,
 Y de los más remotos confines del mar.
(Salmos 65:1-5 RV60)

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