"Bicharracus Anticristianensis"

“Bicharracus anticristianensis”

Desde los años 80, época en que se comenzó a tener conocimiento de la misma, la pandemia del VIH (Virus de la Inmuno-deficiencia Humana) se extendió silenciosamente por todo el mundo. La causa por la que afecta a tantas personas, es justamente el largo tiempo de incubación del virus. Esto genera “portadores sanos” que en muchas oportunidades sin saber que tienen la enfermedad se la van transmitiendo a otras personas.

En un mismo sentido, en el ámbito espiritual, hay otra clase de “virus” que ataca y daña la vida del creyente, el que hemos dado en denominar:

Bicharracus Anticristianensis

Características:
Feo, pero parece agradable y simpático.
El pecado es feo, pero parece lindo.

Hábitat:
Lugares oscuros
Generalmente en donde no alumbra la luz de Cristo.

Grupos más expuestos:
Personas de hábitos y estilos de vida con evidente falta de una adecuada higiene
espiritual.
Juntas y amigos de dudosas intenciones.
Gente con baja autoestima.
Personas ociosas que no estudian ni trabajan, ni les interesa estudiar ni trabajar.
Grupos de personas conflictivas y dadas a vicios.

Se contagia por:
Contacto directo
El creyente sólo tiene que frecuentar determinados lugares, juntarse con gente portadora y hacer causa común con ellos. Mientras más cerca esté de ellos, más seguro se contagiará. Y aquí hablamos de otra clase de “cercanía”, no justamente de la proximidad física.

Reproducción:
Mucho más rápido de lo que parece.
Por contacto, influencia y mal ejemplo.

Tiempo de incubación:
Entre unas pocas horas y años. Depende del estado espiritual y grado de exposición de la persona afectada.

Síntomas:

Fiebre
Por las cosas del mundo. Satisface más un teléfono celular, un mp3, que escuchar el mensaje durante el culto. Valgo más mientras más tengo. Soy mejor mientras más TENGO.

Vómitos
De palabras sucias, maledicencia, expresiones soeces y/o blasfemas.

Fuertes dolores de cabeza
Por pecados, decisiones mal tomadas, consecuencias del mal proceder.

Decaimiento, tristeza, zozobra

Desgano. Carga. El simple hecho de asistir a la iglesia ya es una pesada carga. Ni hablar de tomar parte en el servicio activo. Uno sonríe pero en lo profundo de su corazón está triste. Lentamente se va hundiendo en su propio barro.

Sensación de vacío
En lo profundo del alma. Nada te termina de satisfacer completamente. Algo te falta. Hay un vacío en el alma que no se llena con nada. Es común que la persona caiga en malos hábitos (alcohol, cigarrillo, sexo, hábitos pecaminosos que ya habían sido abandonados) buscando inconcientemente una salida o llenar ese vacío íntimo.

Pérdidas de memoria
Se olvida que lo que eres es porque Dios lo hizo. Que tu vida le pertenece a Dios y que Él pagó un altísimo precio por tu rescate: la sangre de Cristo. Te olvidas de donde y de qué te sacó el Señor cuando un día te arrepentiste y le pediste perdón por tus pecados.

Mareos, falta de estabilidad
La persona afectada comienza a creer en cualquier cosa y a dudar de todo. Lo que antes resultaba tan claro, ahora no lo es tanto. Conductas erráticas en cuanto a la fe. Es vulnerable a cualquier viento de doctrina.

Confusión
No se sabe a ciencia cierta dónde está parado y no se perciben con claridad los límites de lo que está bien y lo que está mal. Lo que antes era bueno, ya no es tan bueno. Lo que antes estaba claro que era malo, ahora ya no lo parece tanto.

Pérdida de la conciencia
Ya tu conciencia se fue a dormir y te deja dormir a tí también. Cada vez te acusa menos de tus maldades. En lo más íntimo de tu soledad cada vez te importa menos tu hipocresía, hacer daño, mentir, etc.

Visión borrosa
Puedes leer el diario, pero no la Biblia. No ves con claridad lo que Dios quiere de vos.

Sordera selectiva
Puedes escuchar con claridad tu televisor, los auriculares del teléfono celular o tu mp3, pero no escuchas bien el mensaje durante el culto aunque la iglesia esté dotada del mejor equipo de sonido.

Alucinaciones
Ves cosas lindas y brillantes en la mediocridad, lo chabacano, lo vulgar.

Vacuna:

Oye,hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
No consientas.
Proverbios 1:8-10 (RVR60)

Remedio/Antídoto:

También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
Estad siempre gozosos.
Orad sin cesar.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
No apaguéis al Espíritu.
No menospreciéis las profecías.
Examinadlo todo; retened lo bueno.
Absteneos de toda especie de mal.
I Tesalonicenses 5:14-22 (RVR60)

Si tienes alguno de estos síntomas o acostumbras frecuentar sitios y personas con evidentes “síntomas” de ser portadores del virus, por favor acude urgente al Médico de los médicos: Nuestro Señor.

Asimismo, sugerimos que busques consejo en tus conocidos creyentes de probado y buen testimonio, maestros, pastor y/o ancianos de tu iglesia, quienes están para ayudarte.

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