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HAZ DE SABIDURÍA - Para preservar tu corazón, libéralo...

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Por: William Brayanes Se publica en este medio con permiso.

UNA SÚPLICA DESDE LO PROFUNDO DEL CORAZÓN

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Por: Luis Caccia Guerra En II Samuel 7:27 encontramos esta oración del rey David: Porque t ú,   Jehová de los ejércitos,   Dios de Israel,   revelaste al oído de tu siervo,   diciendo:   Yo te edificaré casa.   Por esto tu siervo ha hallado en su corazón valor para hacer delante de ti esta súplica. (2 Samuel 7:27 RV60) Una súplica que evidentemente el Señor había puesto en su corazón. No la imaginó, no la recordó, no la leyó en ninguna parte ni la escuchó de otro. No la esbozó improvisadamente como quien de repente se ve en el compromiso de conducir una oración en público y no sabe qué decir. Dice la Escritura que Dios se la reveló. Esta es la clase de oraciones que como perla de brillo y de gran valor debe ser buscada y debe ser hallada. Pero para que una oración como esta pueda ser encontrada dentro del corazón, debe ser un corazón íntegro, creyente, atento a Dios; no prestando el oído al mundanal -¿y… por qué no, eclesial?- ruido. He escuchado oración públ

PARA QUÉ ORAMOS?

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Por: Miguel Nuñez Si no podemos cambiar la voluntad de Dios, ¿para qué oramos? Nosotros hemos sido enseñados, quizás subconscientemente, que la oración es, en esencia, un ejercicio para devengar beneficio. Cuando tenemos una necesidad, vamos a Dios y Él satisface esa necesidad. Pero, en ningún lugar de la Biblia se nos dice que ese es el propósito principal de la oración. El propósito número uno de la oración es intimar con Dios para que Él nos deje ver lo que necesitamos. Santiago 4:1-3 dice, “ ¿De dónde   vienen   las guerras y los conflictos   entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?   Codiciáis y no tenéis,   por eso   cometéis homicidio. Sois envidiosos y no podéis obtener,   por eso   combatís   y hacéis guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo   en vuestros placeres. ” Nuestras peticiones con frecuencias son incluso egocéntricas y pecaminosas. Le pedimos

PADRE NUESTRO

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Por: Ricardo Palacio Padre Nuestro ¿Qué cosas incluye tu oración diaria? ¿Qué cosas siempre le pedís a Dios? ¿Cómo empieza tu oración? ¿Quién te enseñó a Orar? Lo recordas? En mi caso fue mi abuela. La Biblia nos muestra muchas oraciones, muchos modelos. Pero hay uno que creo que es el más importante, o al menos el mas Claro. Primero porque la enseñó el mismo Jesús. Y segundo porque lo hizo a pedido de sus discípulos, según el relato de Lucas. Ellos le pidieron, Señor enséñanos a Orar, en Lucas 11. Quisiera que en esta mañana pudiésemos repasar la Oración del Padre Nuestro, ver las enseñanzas que nos deja, y quizá de ahora en adelante la usemos mas seguido en nuestra oración de cada día. Enganchando el mensaje con la temática de la reunión, en distintas partes del mensaje vamos a ir haciendo pausas, para orar en grupo y en forma individual, por los puntos y motivos que el Señor nos dejó. Mateo 6 : 9-13 El Padre nuestro es una oración muy hermosa, que creo