Reconectar para edificar

Alex López
La Catapulta
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¿Con quiénes ha dejado de reunirse a lo largo de los años y con quienes debe volver a reconectar porque son de bendición y de buena influencia para usted y para los suyos?

Recuerdo al capacitador cristiano Jim Rohn. El hablaba que hay personas que, por su influencia negativa, son personas para compartir con ellos cinco minutos. Otras personas, que son para compartir una reunión y que nos unen ciertas cosas en común. Pero existen otras, que por la influencia positiva sobre nuestras vidas y que se convierten en grandes amigos, son para compartir una vida.

Nosotros solemos dejar nuestras amistades al azar del destino, cuando realmente, debemos planificar con quiénes nos juntamos y que bendecirán nuestras vidas. Esto no implica, que no seamos buenos amigos para todos o que, no hagamos el bien a todos o que, no amemos a nuestro prójimo. Pero con quien nos reunimos periódicamente influencian nuestras vidas y debemos ser cuidadosos a quiénes dejamos tocar nuestras vidas y las de nuestras familias.

¿Con quiénes ha dejado de reunirse y que son de bendición y edificación para su vida en cada interacción? A lo largo de la vida, por cambios en temas de trabajo, vecindario, estudios, sostenemos y dejamos de sostener relaciones. Sin embargo, la gente valiosa y que influencia su vida para bien, debe estar cerca de su corazón. ¿Con quiénes no se reúne o se hablar hace mucho?

Quiero animarlo a reconectar con aquellos que edifican y bendicen su vida. Estas personas son un regalo para el alma de todo quien las tiene cerca, están en las buenas y en las malas, son pacificadoras, amorosas, visionarios y con excelentes buenas relaciones en cualquier ambiente en el que se muevan.

Jim Rohn solía decir: “Nosotros nos convertimos en el promedio combinado de las 5 personas más cercanas a nuestra vida”. ¿Quiénes están cerca de su corazón? Planifique su círculo íntimo, aquellos con los que pueden compartir una vida completa porque son de bendición para usted y los suyos. Tan sólo su presencia y sin siquiera hablar, edifican.

Comience por reconectar con su familia de la fe. Esta pandemia, acercó a muchos por medio del Internet, y alejó a muchos de sus iglesias. ¿Ha dejado de congregarse? Reconecte con su congregación, reconecte con sus hermanos en Cristo, muéstrese y sea amigo. Porque un leño separado de la fogata, terminará por apagarse. Y, todos necesitamos el fuego de una comunidad, para vivir nuestra fe.

¿Cómo puede reconectarse y fortalecer su relación con su congregación y comunidad?

¿A quiénes puede llamar y tomarse un café o visitarlos en casa?

El que tiene amigos, tiene vida. Porque el amigo, ama, confronta, anima, ríe y llora…

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