CONCEDERÁ DIOS TODOS LOS DESEOS DE TU CORAZÓN?

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¿En realidad el Salmo 37:4 dice que Dios concederá todos mis deseos? «Pon tu delicia en el Señor y Él te dará las peticiones de tu corazón».

En algunos momentos ha pasado que deseas con tu corazón permanecer en un relación que tal vez tu piensas que durará para toda la vida, pero lo que no tomas en cuenta es que eso no son los planes de Dios para contigo. sabemos que la palabra de Dios afirma que el concederá las peticiones de tu corazón pero tienes que recordar que nada que sea fuera de la voluntad de Dios puede ser concedido por Él.

Este es el testimonio de una chica que estaba segura de que Dios podía dejar una persona a su lado porque ese era su anhelo. «Sí claro, pensaba cuando tenía veinte años. Si Dios realmente concediera nuestros deseos aun estaría con Seth». dijo Margarita

«Seth era mi novio en la escuela, y yo estaba convencida que era «el Indicado». Soñábamos con el matrimonio y planeábamos una vida juntos. Esperábamos casarnos después de que yo me graduara de la universidad y después que él hiciera el servicio militar«.

«De verdad pensaba que un futuro con Seth era la voluntad de Dios para mi vida. Parecía que Dios estaba concediendo los «deseos de mi corazón»: la universidad de mis sueños, el chico de mis sueños, y mi sueño de una vida perfecta«.

«En medio de mi primer semestre en la universidad, recibí la llamada que tanto temía. Seth terminó conmigo. Decir que mi corazón estaba destrozado es una subestimación. Mis sueños para el futuro también estaban destrozados«.

«Terminando la universidad y poco después, estuve en tres relaciones que fueron negativas, y cuando terminó la última, llegue a un punto de quiebre. No iba a salir mas con nadie. Mi mente regresó a Seth, ansiaba esa relación. Después de todo, era la única relación positiva que había experimentado en años«.

«Me empecé a preguntar dónde estaba él, así que busqué su nombre en Google y encontré un video de YouTube de él compartiendo su testimonio. Mientras veía, noté que llevaba puesto un anillo de matrimonio. Al darme cuenta que no había posibilidad de tener un futuro con él, empezaron a caer las lágrimas. Esa puerta se había cerrado en mi cara«.

Tal vez no estés suspirando por el chico que te gustaba en la escuela, pero puede que estés anhelando algo hoy. ¿Cuál es el deseo de tu corazón? Es…

  • ¿Ser sana de una enfermedad crónica?
  • ¿Tener un novio?
  • ¿Qué te acepten en cierta universidad o un programa de beca?
  • ¿Estar casada?
  • ¿Tener tu propia familia?
  • ¿Tener el trabajo perfecto?
  • ¿Hacer algo «grande» por Jesús?

Ninguno de estos deseos es malo, ¿cierto?  si deseamos algo desesperadamente pero no lo tenemos, es difícil que Salmos 37:4 tenga sentido y puede parecer confuso.

  • Si deseamos algo bueno, ¿Debe Dios dárnoslo?
  • Si seguimos y obedecemos a Dios, ¿nos dará finalmente lo que deseamos?
  • ¿Por qué parece que Dios no concede lo que queremos cuando esas cosas no son pecaminosas o malas para nosotras?

Para responder esas preguntas, veamos este versículo juntas.

¿Qué significa «poner tu delicia en el Señor»? Simplemente, significa encontrar nuestro gozo en Dios. Lo hacemos la fuente de nuestro gozo, nuestra satisfacción. Disfrutamos conocerle, alabarle, y servirle. Encontramos delicia en Él.

Cuando encontramos delicia en Dios, ¿significa eso que Él nos dará lo que deseamos? No siempre. Cuando Dios es nuestro gozo, Él obra en nuestros corazones para moldear  y predefinir nuestros deseos.

A medida que pasa el tiempo, te puedes dar cuenta que entre más buscas seguir los mandamientos de Dios y ser más como Él, los deseos de tu corazón se vuelven más «lo que Él quiere para ti, lo harás, y lo que quiere de ti, lo tomaras.» Ahora finalmente estarás en un punto donde los deseos de tu corazón son lo que sea que Dios ha planeado para ti.

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