AMISTAD
Amistad
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com
Cada vez que alguien me ha pedido definir palabras como
“amigo”, “amistad”, a pesar de ser escritor y como tal se espera de mí un
manejo más expeditivo de palabras y términos, debo confesar que tengo
dificultades y no me queda otra opción que recurrir a ese libraco que he dado
en denominar “mataburros”, es decir al diccionario.
Es que a pesar de que todos conocemos esas palabras, las
hemos empleado tantas veces y tenemos alrededor nuestro personas a las que
llamamos “amigos”; siempre tengo dificultades a la hora de dar con una
definición clara y objetiva del término sin que el componente subjetivo tenga
un enorme peso. Y aquí no hablamos de los “amigos del Comisario”, de las
conveniencias, de aquellos ávidos de acercarse al sol que mejor calienta.
“Un hermano puede no
ser amigo, pero un amigo será siempre un hermano”, escribió Demetrio de
Falero (350 AC-280 AC)
orador, filósofo y gobernante ateniense. Muchas veces he experimentado
situaciones a lo largo de mi vida en las que un amigo resultó ser el hermano
que no pudo ser el propio hermano.
Podríamos pasar horas buscando definiciones y frases que
describan la amistad y nunca terminar. Tal vez no me equivoque si afirmo que
pueden existir una o varias definiciones por cada ser humano que habita sobre
esta tierra. Pero más allá de las palabras, si hay algo que me queda tan claro,
es que un amigo es alguien que te ama a
pesar de que conoce todo acerca de ti.
Conozco
gente que me llama “amigo” y con quien tengo una bella relación. Es recíproco
el sentimiento, por otra parte. Tener a alguien cercano trascendiendo la
distancia física, que permanece fiel en todas las circunstancias de la vida; y que además de ello sea capaz de amarlo a uno
a pesar de que lo conoce bien, que lo ama a pesar de lo que uno en verdad es; ¡es
sin duda alguna una bendición superlativa!. Pero para tener de esos amigos, es
necesario serlo uno mismo. La Biblia nos enseña que “El hombre que tiene amigos ha
de mostrarse amigo… (Proverbios 18:24 a)
Un antiguo proverbio oriental dice que “hasta una hoja pesa menos si la levantan de a dos”. Y en este
sentido no puedo olvidar esas circunstancias de mi propia vida donde el hombro
de un amigo fue tan necesario y providencial en los difíciles momentos. Pero
tampoco puedo olvidar, con profunda tristeza, esos otros momentos en los que yo
mismo no fui capaz de ser ese hombro para quien lo necesitaba.
Nadie tiene amor más grande que el dar la
vida por sus amigos. Ustedes son mis
amigos si hacen lo que yo les mando. Ya
no los llamo siervos, porque el siervo
no está al tanto de lo que hace su amo;
los he llamado amigos, porque
todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. (Juan
15:13-15 NVI) dijo Jesús. Me emociona pensar en esto. ¡Qué bendición tan
grande que lo diga uno que realmente tiene la capacidad de escudriñar lo más
profundo de nuestro corazón!
En
todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Proverbios 17:17 RV60)
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