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Creo, por eso a veces dudo

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Creo, por eso a veces dudo Por: Luis Caccia Guerra para http://www.devocionaldiario.com/ Autorizado para publicarse en: www.laroca-ministerios.com.ar http://www.larocaministerios.blogspot.com/ Un amigo pastor tenía una muy particular forma de comunicar las verdades bíblicas. Un día decidió salir con un grupo de evangelistas a llamar casa por casa. Llamaban a la puerta y cuando eran atendidos tras un breve –muy breve– saludo, encaraban con una preguntita como ésta: “ ¿Si Ud. muere hoy, a dónde iría su alma?” ¡OOPS!! ¡Menuda pregunta! ¡Imagínense la escena! Una joven madre acaba de llegar a casa, habiendo dejado los niños en el colegio. Alguien llama a la puerta. Atiende y es un joven que tras un breve: -“¡Buenos días!” Le dice algo así como: “Disculpe, ¿Le puedo hacer una pregunta? Si Ud. muere hoy, a dónde cree que iría su ALMA?” . La joven duda. Es natural que así sea en semejante circunstancia. La realidad es que no lo sabe con certeza. Tras el titubeo, venía la estocada final:

Mamá Pato y todos sus patitos en fila

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Es curioso ver a mamá pato lanzarse al agua con sus pequeños patitos. Estos forman una   fila detrás de ella. Además de la protección que les provee, mamá pato va abriendo camino en el agua facilitándole las cosas al que viene tras ella. Y así sucesivamente. El patito que sigue le aliviana la resistencia del agua al que sigue. Es interesante ver como en la vida de las personas, las cosas tienden a darse en forma muy similar. Siempre digo: no voy a emprender esto o aquello todavía, hasta que no tenga “todos los patitos en fila”. ¿Qué quiero decir con esto? Cuando Dios nos muestra o allana camino hacia nuestros sueños, hacia un logro importante, lo general es que vamos abriendo puertas de a una. Inclusive, a veces aparecen puertas donde no las había.   Pero aunque a veces pasa, es raro que hallemos todas las oportunidades disponibles simultáneamente. Son “puertas” que se tienen que ir abriendo de a una, a medida que vamos transitando nuestro camino. Y por cierto… a veces hay que pasar