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Alex López La Catapulta http://lacatapulta.net/vidacristiana/ Todos los derechos reservados-Publicado con permiso Hay tres direcciones en las que podemos pensar. Podemos pensar en el ayer, en el hoy y en el mañana. Las tres direcciones suman a nuestra vida y las tres direcciones, también pueden restarnos. Si vivo sólo en el ayer… Ese fue el tema de la publicación anterior. Puede leerla dando clic aquí . Y, luego, continuar con esta. Si sólo vivo en el mañana obtengo algo muy importante y es dirección. Bien se ha dicho, que el que no tiene metas, ya llegó. Ver el futuro que queremos llegar a ser y describirlo vívidamente como si ya lo tuviéramos hoy, nos da dirección. Esta dirección, a la vez, nos presenta un desafío por el cual esforzarnos y despertar cada mañana. Alguien soñó con volar y hoy existen los aviones. Alguien soñó con la penicilina y hoy, se curan infecciones. Alguien soñó con una carrocería y ruedas, y tenemos carros. Los sueños siempre anteceden a los logros. Stephen R. C

Alex López La Catapulta http://lacatapulta.net/vidacristiana/ Todos los derechos reservados-Publicado con permiso Hay tres direcciones en las que podemos pensar. Podemos pensar en el ayer, en el hoy y en el mañana. Las tres direcciones suman a nuestra vida y las tres direcciones, también pueden restarnos. Si vivo sólo en el ayer, corro el riesgo primero, de depender de los éxitos pasados. ¿Qué nuevas historias y hazañas estoy produciendo hoy? Si vivo sólo en el ayer, puede enfocarme sólo en mis fracasos. Lo hecho, hecho está. No hay nada que podamos hacer por el pasado para cambiarlo, excepto pedir perdón a Dios y restituir lo restituible. La única esperanza está en el futuro. No debo vivir en el ayer, pero sí visitarlo para aprender de él. Aprender de mis errores para evitarlos y de mis éxitos para imitarlos. No sólo debo visitar mi pasado para pensar en mis éxitos y en mis fracasos, sino en la historia de lo que soy hoy. ¿Quién soy y no me gusta? Algo comenzó en el pasado. Sentarme

Luis Caccia Guerra La Roca Ministerios https://larocaministerios.blogspot.com Admin Hay contingencias que nos llegan sin permiso, abordan nuestras vidas   abruptamente, sin ser esperadas ni mucho menos invitadas. Pero hay otras que llegan como consecuencia de decisiones mal tomadas, de hábitos de vida incorrectos, de esas pequeñas   “licencias” que muchas veces nos vamos tomando, creyendo ingenuamente que las consecuencias jamás nos van a alcanzar. Vamos pecando “de a poquito”. Como vemos que no pasa nada, nos animamos a otro poquito más. Mientras nos parece que hay retorno, que podremos salir con facilidad, pecamos y salimos. Así vamos adquiriendo una falsa sensación de control. Pero llega un momento en que estamos tan adentro, que ya no hay control, ya no hay retorno. Es el macabro juego de la mosca y la araña. La mosca revolotea alrededor de la telaraña pasando cada vez más cerca de la trampa de sus finos hilos. La araña, en tanto, aguarda quieta y silenciosamente a cierta dis