BOTO LA TOALLA
Por: William Brayanes En 1914 se suscitó un incendio en el estudio de Tomás Edison Alva, (1847-1931) autor de innumerables inventos. De ellos, por citar cuatro: teléfono, telégrafo, fonógrafo, bombilla eléctrica. Dicho flagelo determinó que en contados minutos, se echen a perder diez años de investigación y esfuerzo. Obviamente todos temieron una fuerte depresión del ilustre inventor, quien para entonces frisaba los 67 años de edad. Sin embargo su comentario fue aproximadamente el siguiente: - “Hay algo valioso en todo este desastre: que se quemaron todos nuestros errores, y que gracias a Dios podemos comenzar de nuevo.” Alva cumplió su palabra; desde el día siguiente se dedicó a reconstruir y a continuar trabajando incasablemente, logrando en el trayecto de su existencia, originar más de mil inventos. Querid@ visitante: En nuestra vida diaria, mientras las cosas van bien, todo es paz, gozo y optimismo. En cambio, apenas asoman las af