La puerta de la tentación o la puerta de la oportunidad
Alex López La Catapulta http://lacatapulta.net/vidacristiana/ Todos los derechos reservados-Publicado con permiso Las puertas representan oportunidades para bien o para mal. ¿Qué puertas estamos abriendo? Y ¿Qué estamos haciendo después? La tentación es una invitación al mal, una oportunidad para rebelarnos ante la perfecta voluntad de Dios. Eva fue tentada por medio del fruto prohibido y pecó. Adán fue invitado a hacer lo mismo y pecó. La chispa de la tentación despertó el deseo, pero pronto ambos estaban en una hoguera de culpabilidad, vergüenza y consecuencias terribles para ellos y para todos sus descendientes en la humanidad. Quien se acerca al fuego, primero se calienta. Quien se acerca más, se ahúma. Quien se acerca aún más, se quema y quien se lanza al mismo, se destruye. La tentación opera así, nos seduce, nos arrastra y luego nos consume y nos hace cenizas. Pero Dios, en Jesús, hace algo nuevo y da vida incluso de las cenizas. No reconstruye al pecador arrepe