TODO VA A ESTAR BIEN

Por: Luis Caccia Guerra


"Todo va a estar bien", es básicamente lo que le dijo Jesús a la familia de Lázaro, cuando éste llevaba varios días muerto. Sólo que en aquella oportunidad fue Jesús quien PERSONALMENTE se lo dijo y sabía exactamente por qué se lo decía.

Pero no es nuestro caso. Hoy tenemos una Biblia que dice muchas cosas. La Palabra de Dios que Él nos ha dejado para que vivamos por ella. Por fe, podemos hacer nuestras sus palabras y aplicarlas a nuestras circunstancias, a nuestras vidas, a nuestro diario vivir. La única INSPIRADA es la Palabra de Dios (2da. Timoteo 3:16). Lo nuestro, nunca dejará de ser INTERPRETACIONES, CONSIDERACIONES, PARECERES, de nuestra parte; que no necesariamente tienen por qué ser lo que Dios ha dispuesto para nosotros. PODEMOS EQUIVOCARNOS.

Sabemos por fe, que al final del camino, efectivamente todo va a estar bien. Pero lo que a nosotros como humanos nos ocupa; y mal que nos pese, nos PREOCUPA y mucho, son las estaciones intermedias. ¿Y ahora qué sigue? ¿Y después de esto, qué?

SOBERANÍA de Dios de por medio; la verdad, es que NO LO SABEMOS. No tenemos manera de saber qué tan bien va a estar todo, ni cómo, ni cuándo, ni dónde. Alguien dijo: "Con Dios, un enfermo TERMINAL no siempre TERMINA MAL". Y esto es verdad. Puede sanar... pero también puede morir. En este último caso, lo espera la Gloria, sí; pero mientras tanto ¡HAY QUE CRUZAR EL JORDÁN! Es decir: mientras permanezcamos en la tierra, siempre existe la posibilidad de que  ESTO SE PUEDE PONER PEOR.

La Biblia nos exhorta a que estemos orando y suplicando, que tengamos esperanza, que tengamos fe y confianza tomados de la mano del Señor, porque Él sabe lo que hace. Y eso es lo que debemos hacer. No hay otra forma para el creyente de transitar esto. 

Pero, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor y para el Señor vivimos... y también morimos. ESA ES LA GRAN REALIDAD. Todas las cosas nos ayudan a bien... dice su Palabra. NOS AYUDAN A BIEN, dice; no, que ESTÁN O VAN A ESTAR BIEN, que es otra cosa bien distinta.

En la soberana voluntad de Dios, lo que para Él está bien, a nuestro precario entender puede parecer terrible. Muchas personas realmente tienen mucho miedo de lo que Dios vaya a hacer con sus vidas. Y no las culpamos. Basta leer el libro de Job para darse una idea de hasta dónde puede llegar. Y no está mal sentirse así. ¿Quién puede afirmar con absoluta sinceridad que jamás ha tenido miedo de lo que le depara el futuro?

Dios lo sabe. Lo que está mal es pretender que no existe, rechazarlo, negarlo, disfrazarlo con cualquier excusa o pretexto, o inclusive ocultarlo de  los ojos de Dios. Él conoce nuestros más profundos sentimientos y pensamientos; aún aquellos que nosotros mismos no conocemos. Por lo tanto es una buena oportunidad para decirle a Dios con franqueza, sinceridad, y por sobre todas las cosas con mucha humildad: "Señor, realmente tengo miedo de lo que vayas a hacer conmigo". Mas no en tono de reclamo, sino de súplica. Dios jamás desprecia un corazón contrito y humillado.

Una palabra de aliento:

La Voluntad de Dios JAMÁS VA A LLEVARTE MÁS ALLÁ DE DONDE SU GRACIA NO TE PUEDA ALCANZAR.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28 RVR1960)

Si vivimos, para el Señor vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. (Romanos 14:8 NVI)

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla. (I Corintios 10:13 LBLA)

Image: milky-way-4006343_by Evgeni Tcherkasski https://pixabay.com

Comentarios

  1. Muy hermoso escrito Luis. Lo más que me gusta es que es sincero y no niega la realidad de las cosas que nos suceden en el caminar, pero muestra fe, esperanza y confianza en Dios. ¡Aleluya!

    ResponderBorrar
  2. Estimado Luis. Generalmente a los cristianos nos cuesta asimilar los términos : dolor, sufrimiento, adversidad... etc. Si pudiéramos se los endosaríamos a otras personas, menos a nosotros mismo. Por ello muchas veces, sin percatarnos hemos echado mano a la falsa enseñanza de "proclamo y decreto" lo que he decidido que suceda conmigo, desdeñando así la voluntad perfecta de Dios. Buena reflexión la tuya. Bendiciones.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Tu comentario nos interesa

Entradas más populares de este blog

UNGES MI CABEZA CON ACEITE...

El poder del ayuno

PARECIDOS, PERO NO IGUALES