Arco iris
Por: Luis Caccia Guerra Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com Se publica en los términos del uso legalmente permitido. En la tierra de Génesis cap. 2 no había llovido aún. No obstante, el exceso de lluvia de los días de Noé (Gén. cap. 6) sirvió para destruir hombres, bestias y aves de los cielos sobre la faz de la tierra. Cuando hubo terminado el diluvio (Gén. 9:13-15) el Señor puso en los cielos su señal para Noé y las generaciones venideras, el arco iris. Una gran parte de mi vida he vivido en la ciudad o cerca de ella, de tal manera que ver un arco iris se hace más difícil que en el campo. Sin embargo, puedo recordar con gran alegría y entusiasmo esos célebres momentos de mi niñez en los que en plena ciudad se podía divisar un gigantesco y nítido arco iris en el cielo. "Todos quieren felicidad sin dolor pero no se puede tener un arco iris sin un poco de lluvia." (Mario Benedetti) Pero invariablemente el bello espectáculo de