Justificación y santificación: Las dos aristas de nuestra comunión con Dios
ARTURO PÉREZ Coalición por el Evangelio https://www.coalicionporelevangelio.org/ Todos los derechos reservados-Publicado con permiso Nota del editor: Este artículo apareció primero en nuestra Revista Coalición: Recuperando la koinonía . Descárgala gratis desde aquí . DESCARGA GRATIS LA REVISTA AQUÍ «¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo?» ( Sal 24:3 ). Preguntas como estas podrían asustarnos al comprobar que la Escritura advierte que el Señor no tendrá por inocente al culpable ( Nm 14:18 ), y que «no hay justo, ni aun uno… por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios» ( Ro 3:10 , 23 ). Ya que Dios demanda una justicia y santidad perfecta, y que no acepta nada inmundo en Su presencia, muchos han tratado de responder a la pregunta: ¿Cómo podríamos ser considerados justos y santos delante de Él? Una respuesta errada Durante la Edad Media, algunos teólogos reconocieron que era imposible alcanzar un estándar perfecto de justicia y santida