¿Planear o volar alto?


¿Planear o volar alto?
Por Luis Cacciaguerra para www.devocionaldiario.com

H
ay personas que dada su extraordinaria capacidad y practicidad son capaces de hallar una solución para cada problema. Son esas personas que gozan de cierto éxito, que reman con efectividad por las adversidades de la vida. En cambio hay quienes tienen un problema para cada solución.

He conocido gente así. Siempre buscando la complicación a todas las cosas. Toda la vida estudiando, haciendo planes. Eximios estudiantes en las escuelas, academias, universidades, pero pésimos actores en el escenario de la vida.

No puedo menos que sentirme identificado con éste último grupo. Cuando cerró este año recientemente pasado, me pregunté: “¿Qué pasó con mis sueños?”. Uno de los síntomas de depresión –no el único ni lo que define ese estado, claro está– es no tener deseos por nada, proyectos de vida, haber renunciado a los sueños.

Parafraseando a nuestro genial Quino, tal vez me pasé la vida “planeando” sin atreverme a volar más alto. Cuando era más joven, era amigo de las soluciones drásticas, radicales. Es decir, si una ramita del árbol se secaba prefería arrancar el árbol de cuajo y plantar uno nuevo. No siempre esto da resultado, sobre todo cuando ya grande, con medio siglo de vida a cuestas, por fin caigo en la cuenta de la cantidad de las veces que deseché todo y empecé de nuevo. Siempre remando con bravura, pero quedándome a medio camino sin arribar a ningún puerto. Siempre buscándole el problema a las soluciones. Creando la complicación para hallar en ella la justificación para el fracaso.

Como un barco a la deriva en alta mar, que busca con desesperación el norte, hoy miro hacia la cruz donde con los brazos abiertos Jesús al mundo amó, derrotó a la muerte y obtuvo victoria sobre las tinieblas.

Alguien dijo: “quien ama, sufre; quien sufre lucha; quien lucha vence” ¡y cuánta razón tiene!. Hoy con la espada de la fe, corro en pro de reconquistar mis sueños, asumo mis dudas y temores y hago a mi Señor, Señor de mis derrotas para que en sus manos rotas vengan a ser victorias.

Hoy dejo de planear. ¡Quiero volar alto!

Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente; no temas ni desmayes, porque [yo] el SEÑOR tu Dios [soy] contigo en donde quiera que fueres.
(Josué 1:9 RV2000)

 Aviso legal: La imagen que ilustra el presente artículo es propiedad de www.devocionaldiario.com
Todos los derechos reservados

Comentarios

Entradas más populares de este blog

UNGES MI CABEZA CON ACEITE...

El poder del ayuno

CUANDO TE LLENAS DE DIOS...