Cuando dejamos de emocionarnos
Alex López La Catapulta http://lacatapulta.net/vidacristiana/ Todos los derechos reservados-Publicado con permiso Ayer mi hermano Jorge – el mayor de los tres – me mostró un video de su hija Natalia que tiene dos años. La expresión en su rostro era de una realización inexplicable. ¿Por qué estaba tan emocionada? A pesar de ser una chiquitilla bien activa, que corre, sube y se resbala en los juegos que encontramos en la mayoría de restaurantes en Guatemala, hasta ayer aprendió a saltar. Estaba muy emocionada y el video transmitía esa realización. Cada vez que lograba saltar y alejarse unos cuantos centímetros del suelo, su rostro se iluminaba. Si se caía, se volvía a levantar y volvía a saltar. ¿Hace cuánto no se emociona por algo en su vida? No me refiero a la emoción porque el Real Madrid le ganó al Barsa o viceversa. No me refiero a emocionarse por lo que pasa fuera de usted, sino a emocionarse por lo que pasa dentro de usted, en su cabeza, en sus pensamientos. Porque cuando dejam