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Romper el ciclo

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Alyson Kieda Ministerios Nuestro Pan Diario https://nuestropandiario.org/ Todos los derechos reservados - Publicado con permiso  Leer: 2 Corintios 5:14-21 La Biblia en un año: Génesis 29–30; Mateo 9:1-17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron… (v. 17). La primera golpiza que recibió David fue a manos de su padre, cuando tenía siete años de edad, después de romper accidentalmente una ventana. «Me pateó y me dio un puñetazo —dijo David—; y después, me pidió perdón. Era un alcohólico abusador, y ese es un ciclo que yo estoy haciendo todo lo posible por cortar». Pero le llevó mucho tiempo llegar hasta ese punto. Había pasado su adolescencia y juventud en la cárcel o en libertad condicional, y entrando y saliendo de centros para tratamiento de adicciones. Cuando pensó que sus sueños estaban totalmente destruidos, encontró esperanza en un centro de recuperación cuando conoció a Cristo. «No tenía nada más que

Él sana las heridas

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Software Redil Ministerios Software Redil https://www.facebook.com/SoftwareRedil/ Todos los derechos reservados - Publicado con permiso  Otros enlaces de Software Redil: https://www.facebook.com/SoftwareRedil/ https://www.instagram.com/software.redil https://www.pinterest.es/SofwareRedil/ https://www.youtube.com/SoftwareRedil

LAS REPARACIONES DE DIOS

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Por: Luis Caccia Guerra Publicado con permiso. Nuestra vecinita de 5 años jugaba un día con una pequeña estatuilla de yeso, que otrora había sido la representación de José en un típico pesebre navideño. Pero eso duró hasta que, natural torpeza de la niñita, en un efímero instante la frágil estatuita se estrelló en el suelo y se partió en varios pedazos. Entonces llegó la chiquitita con los trozos del muñequito roto entre sus manitos y con un profundo sentimiento de pesar, a pedirme que se lo arreglara. Saqué de entre mis herramientas un pomo de pegamento y con paciencia y mucho esmero procedí a pegar los pedazos de la estatuilla hasta que quedó finalmente restaurada. ¡Fue conmovedor cómo brillaban de alegría sus ojitos al ver a su “José”, antes roto y ahora como nuevo! En una fugaz mirada entre mi esposa y yo, quedó como suspendido en el aire un mismo mensaje sin palabras: “-Va a volver…”. Y tal cual. No había transcurrido una hora y otra vez el episodio