ABORTO: Lo que debemos tener en cuenta para opinar, decidir y actuar respecto del aborto

Por: Pastor Diego Brizzio
Iglesia Cristiana Evangélica "Sígueme"
España 155 - Godoy Cruz - Mendoza - Argentina
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Que nazca
Lo que debemos tener en cuenta para opinar, decidir y actuar respecto del aborto.
Todos sabemos que desde hace varios años algunos sectores están luchando por un aborto legal, seguro y gratuito; es decir, quieren que el aborto voluntario deje de penalizarse, que pueda ser realizado en forma médicamente segura en instituciones del Estado, y que no cueste nada. Por eso, durante algunos meses nuestra sociedad y nuestros legisladores estarán debatiendo si despenalizan o no el aborto voluntario.
Más allá de lo que ellos decidan, nosotros, como personas, ciudadanos y cristianos, debemos saber opinar, decidir y actuar con respecto a este asunto. En nuestra vida personal, familia y relaciones diarias lo necesitaremos. Por eso, en esta ocasión queremos compartir con vos qué es lo que tenemos que tener en cuenta para opinar decidir y actuar respecto del aborto. Por lo menos, debemos tener en cuenta lo siguiente:
I.          A Dios. ¿Está Dios implicado en este tema? Nuestro estado laico dice que no, por eso lo dejan fuera del Congreso. Pero a Dios sí debemos tenerlo en cuenta, por las siguientes razones:
ŒDios creó la vida humana tomándose a sí mismo como modelo, y conduce el desarrollo de cada persona en el vientre de su madre. “Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó” (Gn 1.27; Hch 17.25). “Tú me formaste con tus manos; tú me hiciste” (Job 10.8; Sal 139.13-14).  A causa de lo anterior, Dios prohibió el asesinato, declarándolo un delito que debe ser castigado por la autoridad civil, colocada para este fin. Dice: “No matarás” (Ex 20.13; 21.12; Mt 5.21). ŽAunque Dios detesta el asesinato de cualquier persona, en particular detesta que se asesine a los inocentes e indefensos, Dice: “Esto dice el Señor… ‘¡Traeré un terrible desastre a este lugar… Pues… han llenado este lugar de sangre de niños inocentes” (Jer 19.3-4). “No maltraten ni hagan violencia al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derramen sangre inocente en este lugar…” (Jer 22.3).  Dios ordena denunciar y detener toda injusticia conocida, pero en particular las cometidas contra los inocentes e indefensos. Dice: “Rescata a los que están injustamente condenados a morir, sálvalos mientras van tambaleando hacia su muerte. No te excuses diciendo: «Ay, no lo sabíamos».” (Pr 24.11-12; Sal 82.2-4; Jer 22.3). Dios se levante como Juez: No “derramen sangre inocente en este lugar…  Si no obedecen estas palabras, juro por mí mismo que este palacio se convertirá en un montón de ruinas. Yo, el Señor, lo afirmo’” (Jer 22.5).
Así que, ¿qué opinarás, decidirías y harías respecto del aborto voluntario, si tuvieras en cuenta estas cosas de Dios?
Aparte, también debemos tener en cuenta…
II.         Al bebé. ¿Está el bebé implicado en este tema? Los promotores del aborto nunca hablan del bebé. No les conviene, porque eso genera sensibilidad en la gente. Así que hablan del “producto del embarazo”, o de cosas más impersonales todavía. Sin embargo, en este tema sí hay bebés implicados. Tengamos en cuenta que:
ŒEl cigoto es un ser humano. Desde que el espermatozoide penetra el óvulo y lo fecunda, formándose el llamado “cigoto”, existe un ser humano. Son innumerables los médicos y científicos que lo afirman. Por citar sólo uno o dos: El jefe de Obstetricia del Hospital Austral, en Pilar, Buenos Aires, dice: “No se trata de una ideología, una creencia o una postura política, sino de una evidencia experimental. La ciencia ha probado con certeza que la vida humana comienza en el instante mismo de la fecundación del óvulo por el espermatozoide”.[1] El Dr. Manuel Kuri, experto en Bioética, explica que, desde que el embrión es unicelular, ya contiene la información genética completa y diferenciada de un ser humano. Ya están presentes en él prácticamente todas sus características anatómicas y fisiológicas: su sexo, color de piel, estatura, etc.[2] Esa primera célula no es la de un perro, ni la de un caballo, ni la de un roble; es la de un humano, y está viva. Su humanidad no depende de su desarrollo, ni de su edad, depende de su estructura e información genética. Afirmamos que desde que el cigoto existe, existe un ser humano, un bebé. El cigoto, embrión, feto, o bebé es un individuo, es decir, una persona diferente de la madre, porque, aunque no tiene consciencia de sí mismo, sí tiene un código genético diferente. Así que, no es, como se dice, parte del cuerpo de la mujer; no es como un riñón, un músculo o un diente de la madre. Es verdad que está dentro del cuerpo de la mujer, y depende de ella para su desarrollo, pero es un individuo humano vivo diferente. ŽEl bebé es un ser inocente. El bebé es un ser indefenso.
Así que, ¿qué opinarás, decidirías y harías respecto del aborto voluntario, si tuvieras en cuenta estas cosas de Dios y del bebé?
La tercera parte implicada que debemos tener en cuenta es…
III.        A la mujer. Con todo amor y sensibilidad, de la mujer deberíamos tener en cuenta, en primer lugar, sus derechos: Œ tiene derecho a la educación sexual, y mucho mejor si es una educación sexual seria e integral, que incluya lo fisiológico, pero también lo moral y lo afectivo. Tiene derecho a tener relaciones sexuales solamente cuando lo consiente, y nunca forzadamente. ŽTiene derecho a contar con los recursos para no quedar embarazada.  Tiene derecho a realizar sus proyectos de vida: estudios, carrera laboral, etc.  En caso de quedar embarazada, tiene derecho a ser apoyada y contenida, tanto por su pareja como por el Estado.  
En segundo lugar, de la mujer debemos tener en cuenta también sus responsabilidades o deberes (la mayoría están compartidas con el varón o la pareja, pero nos vamos a referir a él en el punto siguiente). ŒCuando consienta en una relación sexual, pero no desea quedar embarazada, la mujer —lo mismo que su pareja— tiene la responsabilidad de evitar la concepción. Ese es el momento de evitar un embarazo, no después de que existe el cigoto. Una vez que ha concebido un bebé que no deseaba, es comprensible que la mujer se lamente de alguna manera, o se enoje, por anticipar que algunos proyectos se complicarán; sin embargo, para poder cumplir con su proyecto de vida a corto plazo, de ninguna manera tiene derecho a acabar con la vida de su bebé. Es mucho más importante ésta que aquellos. Ahora debe poner especial atención a cobijar y proteger a su bebé, al menos hasta darlo a luz. Luego, si todavía persistiera su deseo de no criarlo, podría darlo en adopción. ŽLa mujer que está triste o enojada por haber quedado embarazada debe saber que, según un estudio realizado, más del 75% de mujeres que en principio pensaron abortar y luego no lo hicieron, se alegran de no haberlo hecho, y manifiestan ser muy felices con su hijo.[3] También debe saber que muchas mujeres que abortaron han tenido serios sentimientos relacionados con la culpa.
Así que, para opinar, decidir y actuar respecto del aborto, debemos tener en cuenta a Dios, al bebé y a la mujer. ¿Qué opinarías, según lo que llevamos visto hasta aquí?
También debemos tener en cuenta…
IV.       Al varón. Podemos decir que el varón es el más ausente en este asunto. No tiene ni la voz ni el protagonismo que debería tener; primero, porque él mismo se ha hecho el desentendido, porque no le ha importado. Y segundo, porque las organizaciones pro-aborto no lo han dejado participar a los interesados. Le dicen que esto es cosa de mujeres, que no se meta. Pero es bueno tener en cuenta lo siguiente:
En primer lugar, su participación: ŒEl varón tiene por lo menos el 50% de la responsabilidad por el embarazo. Algunas veces, las relaciones sexuales que resultan en embarazo y terminan en aborto han sido más forzadas por los varones que consentidas por las mujeres. ŽMuchas veces es el varón quien, al enterarse del embarazo, se niega a tener al bebé, no la mujer. Es él quien suele convencerla u obligarla a abortar. Aun así, la legislación actual, en caso de aborto, no considera la penalización del padre que consintió, sino solamente la de la madre y la del “médico”. Eso no está bien.[4]
En segundo lugar, del varón debemos tener en cuenta sus responsabilidades. Tiene la obligación: Œ de mirar a la mujer como un ser integral, precioso, con proyecto de vida, y la respete completamente. En caso de anticipar una relación íntima, y de no desear un embarazo, tiene la obligación de evitar la concepción en ese mismo momento, en lugar de deshacerse luego del bebé ya concebido. Ž En el caso de haber dejado embarazada a la mujer, tiene la obligación de identificarse con ella, acompañarla, cuidarla, contenerla, compartir todo el proceso; aceptar al bebé, alegrarse por él, esperarlo, defenderlo, protegerlo y proveerle.
Así que, para opinar, decidir y actuar respecto del aborto, debemos tener en cuenta a Dios, al bebé, a la mujer y al varón. ¿Qué opinarías y decidirías, según lo que llevamos visto hasta aquí?  
V.         Al Estado. Algunas cosas a tener en cuenta acerca del Estado. ŒTodo Estado debe garantizar que los derechos fundamentales de las personas sean respetados, teniendo especial cuidado del derecho de los más débiles, en este caso, el derecho a la vida de los bebés, y también los derechos de las mujeres. El Estado argentino debe seguir penalizando toda acción que viole el derecho del bebé. ŽEl Estado no debe elegir la vida de algunas mujeres a costa de la muerte de miles de bebés; ni la vida de miles de bebés a costa de la muerte de mujeres. Debe legislar para que ambos sigan con vida, para contenerlos y asistirlos durante y después del embarazo.  Debe responsabilizar eficazmente a la pareja de la mujer, para que se ocupe de ella y de su hijo. El Estado debe anticipar que, en caso de despenalizar el aborto, estará dando vía libre al asesinato de miles de bebés por medio del aborto, y para colmo, ni siquiera resolverá el problema de la muerte de mujeres por complicación por aborto, porque tal complicación siempre existe en alguna medida, tanto si el aborto se lleva a cabo en un lugar clandestino, como en una institución pública. Despenalizar el aborto voluntario no es avanzar como civilización, sino retroceder hasta los tiempos de Esparta, que desbarrancaba a los bebés “inútiles”, y a los tiempos de la Roma antigua, que abandonaba a ciertos bebés.
Así que, para opinar, decidir y actuar respecto del aborto, debemos tener en cuenta a Dios, al bebé, a la mujer, al varón y al Estado. ¿Qué opinarías y decidirías, según lo que llevamos visto hasta aquí?
VI.       A la iglesia. La iglesia, por medio de sus ministerios y miembros particulares, debe: ŒDenunciar y enseñar verbalmente todas estas cosas, por todos los medios posibles, y en todos los lugares que pueda. Debe aprovechara para manifestar prácticamente el amor y la compasión de Jesucristo. Por ejemplo: acompañando emocionalmente a la mujer que no desea tener a su bebé, asistiéndola, asesorándola, etc., de todos los modos posible. Algunas familias cristianas incluso han adoptado a bebés no deseados por sus padres. ŽY por último, la iglesia debe seguir anunciando las buenas noticias del perdón de Jesucristo, para toda persona que haya estado implicada de algún modo en un aborto realizado… A propósito, ¿necesitas sentir el perdón de Jesucristo acerca de ese pecado, o algún otro? Por ser el Hijo de Dios, y por haber muerto y resucitado por nuestros pecados, él quiere y puede concederte el perdón de todo pecado. ¿Te arrepentís de tus pecados, y confiás en él como Salvador? Él te promete perdón y vida eterna.
Más allá de lo que se decida a nivel legislativo, nosotros, como personas, ciudadanos y cristianos, debemos saber opinar, decidir y actuar con respecto al aborto voluntario. ¿Cómo lo harías, teniendo en cuenta a Dios, al bebé, a la mujer, al varón, al Estado y a la iglesia?




[1] Arnesto Beruti, Aborto: nunca hay que descartar la nueva vida
 https://www.clarin.com/sociedad/aborto-descartar-nueva-vida_0_Bylww1TDG.html
[2] Manuel Ramos Kuri es coordinador de la comisión de bioética del Centro de investigación social avanzada, en México. Ver http://cisav.mx/evidencias-cientficas-el-cigoto-ya-es-un-ser-humano/
[3] John Stott, La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos (Grand Rapids: Libros Desafío, 2002): 349.
[4] Ver Nicolás Massot: "Hay que penalizar al padre si el aborto fue clandestino"
 https://www.clarin.com/politica/nicolas-massot-penalizar-padre-aborto-clandestino_0_ByCLVOvdf.html
Foto: https://pixabay.com

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