DISPOSICIONES PRACTICAS PARA LAS REUNIONES

Cuando nos reunimos como Iglesia
Síntesis del mensaje compartido por el Pr. Diego Brizzio el 8/10/2017
Disposiciones prácticas para las reuniones
Iglesia Cristiana Evangélica “Sígueme”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza


Seguid el amor;  y procurad los dones espirituales,  pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres,  sino a Dios;  pues nadie le entiende,  aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación,  exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña,  a sí mismo se edifica;  pero el que profetiza,  edifica a la iglesia. Así que,  quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas,  pero más que profetizaseis;  porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas,  a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación. Ahora pues,  hermanos,  si yo voy a vosotros hablando en lenguas,  ¿qué os aprovechará,  si no os hablare con revelación,  o con ciencia,  o con profecía,  o con doctrina?
(1 Corintios 14:1-6 RV60)

Así también vosotros;  pues que anheláis dones espirituales,  procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia. Por lo cual,  el que habla en lengua extraña,  pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en lengua desconocida,  mi espíritu ora,  pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué,  pues?  Oraré con el espíritu,  pero oraré también con el entendimiento;  cantaré con el espíritu,  pero cantaré también con el entendimiento. Porque si bendices sólo con el espíritu,  el que ocupa lugar de simple oyente,  ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias?  pues no sabe lo que has dicho. Porque tú,  a la verdad,  bien das gracias;  pero el otro no es edificado. Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento,  para enseñar también a otros,  que diez mil palabras en lengua desconocida. (1 Corintios 14:12-19 RV60)

¿Qué hay,  pues,  hermanos?  Cuando os reunís,  cada uno de vosotros tiene salmo,  tiene doctrina,  tiene lengua,  tiene revelación,  tiene interpretación.  Hágase todo para edificación. Si habla alguno en lengua extraña,  sea esto por dos,  o a lo más tres,  y por turno;  y uno interprete. Y si no hay intérprete,  calle en la iglesia,  y hable para sí mismo y para Dios. Asimismo,  los profetas hablen dos o tres,  y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado,  calle el primero. Porque podéis profetizar todos uno por uno,  para que todos aprendan,  y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; pues Dios no es Dios de confusión,  sino de paz.  Como en todas las iglesias de los santos, (1 Corintios 14:26-33 RV60)

Así que,  hermanos,  procurad profetizar,  y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.
(1 Corintios 14:39-40 RV60)

En estos pasajes, seis veces aparece la palabra “EDIFICACIÓN”, mientras que “de provecho” aparece una sola vez. Todo lo que se hace debe ser para “edificación”. Había problemas entre los corintios en las reuniones que no permitían la edificación. Es entonces, cuando Pablo se entera de esta situación e interviene. Les da instrucciones para resolver el problema.

I.                    En las reuniones, somos responsables de perseguir la edificación de la Iglesia (vv. 5; 12; 26)

El propósito de las reuniones es que la Iglesia sea edificada.

¿Qué significa “edificar”? CONSTRUIR. Esto se hace ladrillo a ladrillo. Cada uno recibe algo a fin de que cada uno crezca y llegue a ser como el Señor Jesucristo. Las reuniones fueron diseñadas para la edificación de la Iglesia. Para ayudarnos a crecer y ser saludables. Para darnos lo que necesitamos, que no siempre es lo que QUEREMOS. Ayudarnos a conocer cada vez más al Señor Jesucristo. Ayudarnos a experimentar una certeza viva y profunda de las verdades de Dios. Sentirnos amados, amar y hacer sentir amados a otros. Instruidos, contenidos, corregidos.

Somos responsables de pensar en cómo ser más y mejor edificados. Es verdad que el Espíritu Santo nos enseña, redarguye, etc. Pero hay cosas que corren por nuestra cuenta.
Somos responsables de advertir y corregir los problemas en las reuniones. Cosas que podrían estorbar la edificación y pensar en una solución.

Ejm. de esto es:
·         Advertir cuando el predicador es tan complicado que no se le entiende nada.
·         Hay falta de oración.
·         Hay bullicio que estorba, desconcentra, distrae.

II.                  Hagamos las cosas con claridad y sentido, para edificar al mayor número posible de hermanos.

Sin claridad, no hay edificación. En las reuniones tenemos que hacer las cosas  con claridad y sentido, para que la mayoría lo entienda. Los corintios eran muy desordenados.  Había gente que hablaba en lenguas, pero el problema que veía Pablo no era la gente que hablaba en lenguas, sino que no había nadie  que interpretara lo que decían. La gente no entendía nada y por lo tanto no era edificada. Podía ser muy edificante lo que decía para el que hablaba en lenguas,  pero si no resultaba de edificación para la Iglesia en general, entonces, no servía. Sirve cuando lo que se hace tiene sentido y es claro.

Lo que se hace para la edificación, como p.ejm.:
·         Orar
·         Exponer la Palabra
·         La Santa Cena

A veces, por causa de la rutina y la repetición, pierde sentido y se pierde de vista el qué, el por qué y el para qué se hace. Qué significa las cosas que se hacen. Las reuniones tienen que tener sentido. Para qué sirve lo que se hace.

Ejm. de esto, cuando hablamos en público:
·         Expresar bien y claramente nuestras ideas. Si no tengo capacidad de expresar con orden y claridad las ideas, debería pensar bien antes qué voy a decir y cómo voy a comunicarlo.
·         Cuando oro, leo, pido una canción, tengo un anuncio que comunicar; debería ser muy claro, articular bien, pronunciar con claridad cada palabra que digo, y en un volumen de voz suficientemente audible, que lo puedan escuchar todos. Si no es así, están los micrófonos a disposición. El uso del micrófono no implica ni ostenta liderazgo. El micrófono está para que se oiga con claridad lo que dices.
·         Los conceptos bíblicos difíciles, proféticos deben ser bien entendidos.
·         Los que elijen canciones, deben saber y tener en cuenta que hay himnos que datan de mucha antigüedad y por lo tanto contienen palabras y expresiones arcaicas, que no se entienden. También los que escriben las canciones o himnos en la actualidad, a veces en vez de aclarar, oscurecen con sus recursos líricos, licencias poéticas y metáforas tan complicadas que no se entienden. A mayor claridad en lo que hacemos, más gente puede ser edificada.
·         Por otra parte, a los que escuchamos nos corresponde prestar atención, tratar de entender y atender.

III.                Reflejemos el carácter ordenado y respetuoso del Dios en cuya presencia estamos (vv. 27-30; 33; 40). “El carácter de la deidad a quien uno adora debe reflejarse en el carácter del culto que uno rinde…”

El otro problema entre los corintios era que participaban desordenadamente, en forma superpuesta unos con otros y eran muchos los que participaban. Esto generaba confusión, desorden, perturbación. Dios es Dios de paz, de orden, de armonía. El carácter del Dios al que uno adora, tiene que reflejarse en el culto que se le rinde.

Esto se ve, entre otras cosas:
·         En la planificación general de las reuniones. Debe haber un hilo conductor, una razonable distribución de los tiempos asignados a cada evento, un plan general estimado, canciones apropiadas. Tiempos acotados para la libre participación, designar hermanos para la distribución de los símbolos, levantar las ofrendas, etc.
·         Orden y respeto en la participación libre y espontánea.
·         Orden y decencia en la conducta en general durante el culto.
o   Llegar puntualmente. Llegar tarde es una falta de respeto.
o   Murmurar y cuchichear durante el culto, es irrespetuoso.
o   Compartir el chiste no es de edificación.
o   Es bueno el aplauso si es de ánimo. Es una expresión cultural buena si expresa agrado, estímulo o gratitud. No es buena si es para la alabanza o exaltación de las personas.
o   Los niños muchas veces generan excesivas e inoportunas distracciones, desconcentran. Los padres deberían cuidar que sus niños propios permanezcan sentados junto a ellos, no con otros niños y deberían traerles suficiente entretenimiento silencioso.
o   Por último, silenciar el celular. Es una falta de respeto y de orden, atender el celular en medio de una reunión.

·         Orden físico u ornamental. 

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