Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2015

Adiós miedos

Imagen
Por: Jésica Andrea para www.laroca-ministerios.com.ar Muchas veces, les debe pasar al igual que a mí, el sentir miedo a algo o a alguien, pero... ¿se han preguntado el por qué? Años atrás cuando era chiquita, miré una película que, por el horario, no era apta para todo público, pero estaba con mis padres, lo que me inspiraba cierta seguridad. El film se trataba de nada más y nada menos que de “Alien” el extraterrestre que despertó mucho miedo e impresión en muchas personas; entre ellas, a mí.    Recuerdo que sólo vi una parte de este film y esa misma noche tuve pesadillas ¡que por momentos parecían tan reales! Varias noches fueron tormentosas, ya que, a pesar de ser un film de ficción, en mi mente parecía tan real; ya que en los sueños tomaba como escenario mi casa, en especial mi cuarto. A muchos niños les pasa esto. ¿Cómo hacer para despertar de la pesadilla? Y aún despertando: ¿cómo aceptar que era sólo un mal sueño? Esto me generó miedo, mucho miedo. A tal pun

Cómo me ves, Señor?

Imagen
Por Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Pocos días después de pasar por las aguas del bautismo, y a tan sólo dos meses de haber conocido a Jesús como Salvador, un día entré en la oficina del Pastor y le dije entusiastamente: -Pastor! Quiero ser Pastor! El hno. Santiago, hombre ya grande, pero de mucha experiencia en las lides espirituales, se respaldó en su sillón, puso serenamente su mano derecha sobre su escritorio y suavemente comenzó a decir: -Luisito… mi hermanito querido… Atendamos a que en ese entonces, Luisito sólo tenía dos meses en el camino del Señor, tan sólo diecinueve años de edad y aún muchos conflictos personales y familiares por enfrentar y resolver. En aquél entonces, con mucha prudencia y respeto por lo que le manifestaba en ese momento, el pastor me aconsejó esperar y estar atento a las señales e indicios que Dios fuera mostrando en mi vida. Han transcurrido treinta y cinco años desde aquella entrevista. Los ind

Alas rotas

Imagen
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocioaldiario.com No termina de asombrarme la frondosa imaginación con que los griegos tejían sus leyendas de dioses y personajes que han llegado hasta nuestros días. Pero como ya lo he dicho en otras oportunidades, es el laberinto de Cnossos en la isla de Creta, una de las que más fascinación me ha producido desde la primera vez que la leí cuando aún era un niñito y apenas había aprendido a leer y escribir. Y es que muchas veces, el laberinto viene a ser la representación que más se asemeja al escenario de mi propia vida. El famoso Laberinto, en la mitología griega, fue construido por el artesano Dédalo, un ciudadano ateniense desterrado a Creta, para mantener atrapado al Minotauro, un terrible monstruo devorador de hombres, mitad hombre, mitad toro al que se le ofrecían sacrificios humanos. Dice el relato mitológico que, finalmente, el propio Dédalo y su hijo Ícaro fueron a parar dentro del Laberinto y que lograron escapa

Dar en el blanco

Imagen
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Durante mis primeros pasos en la fe, fui formado en una iglesia fundamentalista donde la polaridad “blanco-negro”, “bien-mal” estaba en gran manera exacerbada. Se trataba en realidad de más prejuicios que fundamentalismo, toda vez que entre luz y oscuridad siempre hay sombras; entre blanco y negro siempre hay zonas grises. En estos términos o eras un “iluminado” o vivías toda tu vida con la “luz apagada”. Bien; este último es justamente mi caso. Es más, toda nuestra propia vida es una zona gris hasta que conozcamos la Gloria venidera (Filipenses 1:6).   Debo decir que desde pequeñín viví con una honda (resortera, para los hermanos centroamericanos que nos leen) colgada del cuello. Francotirador de los 100 metros, difícilmente le escapaba al blanco. La resortera y mi inusitada puntería me inspiraban cierta sensación de seguridad, pero ponían distancia entre mi pequeño corazoncito de niño y Dios. Más tarde, al final